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La alsaciana Riquewihr siempre supo –con excepción de los lorenos en 1635– hacer frente al invasor. Hoy sin embargo, la localidad se deja conquistar sin mayor resistencia por los más de dos millonesde turistas que cada año traspasan sus murallas.
El pueblo de Riquewihr pasa por ser la perla del viñedo alsaciano. Su riesling además, es objeto desde hace siglos de los cuidados de sus habitantes.Sus casas –más pensadas para el vino, sus labores y su elaboración que para quienes trabajan las viñas– componen un hermoso conjunto en el que se consuma la poco frecuente unión entre la areniscaroja, el ladrillo, los entramados de madera, las fachadas pintadas , los saledizos y los balcones adornados de flores. Algunas de ellas datan de finales del s. XV y de época renacentista, si bien lamayoría son del s. XVII. En uno y otro caso, todas conservan motivos ornamentales del Renacimiento renano, estilo que se mantuvo vigente durante largo tiempo en Alsacia.
 
Riquewihr ha sobrevividomilagrosamente a todas las guerras, a todas las destrucciones. Sus callejas, murallas y viejas casas mantienen prácticamente intacto todo el esplendor de antaño y una sobresaliente unidad arquitectónica.La localidad está adornada de flores todo el año y luce especialmente bella bajo los adornos navideños y de Pascua. Un patrimonio que ha sido reconocido con el título de “uno de los más bellos pueblosde Francia”.
 
LO QUE NO SE PUEDE PERDER EN RIQUEWIHR
 
Château des Ducs de Wurtemberg
Esta casona señorial reconstruida en 1540 por el conde Georges de Wurtemberg es fácilmente reconocible porsus ventanas geminadas, su hastial escalonado coronado por una cornamenta de ciervo y su torrecilla de escalera. En su interior, el museo de la Comunicación en Alsacia repasa la evolución de los mediosde comunicación: vieja diligencia, valija, telégrafo…
 
Museo Hansi
Acuarelas, litografías, carteles publicitarios… Todo lo que necesita saber sobre el talentoso dibujante y caricaturista...