Freire

PAULO FREIRE:
La Pedagogía del oprimido y otros escritos.
Acercamientos a la práctica docente en relación con el pensamiento de Paulo Freire.
Tras la lectura de diferentes artículos sobre Paulo y su metodología, al igual que el intento de comprender el libro titulado “Pedagogía del oprimido”, he descubierto que mucho de lo que he aprendido en los cursos de formación y en mi experienciadocente, han tocado o expresado de alguna manera principios básicos de su metodología y filosofía.
Aún así, mucho del quehacer docente, partiendo del mío propio y de lo que he observado en mis compañeros, se aleja de estos postulados, amamos a Freire, pero lo combatimos en la práctica. Tal amor surge en primer lugar, por los puntos de encuentro que Freire tiene con diferentes modelos o tendenciaspedagógicas actuales, por ejemplo el constructivismo, la pedagogía dialogante, de autores como Piaget, Vigosky, para solo nombrar algunos clásicos. Pero también del imaginario que la sociedad ha construido en torno a la educación, desde las políticas educativas actuales, desde el querer de los estudiantes y los padres en general. Hablo aquí desde la perspectiva que nos dejan los puntos de encuentro y nodesde la teleología de cada paradigma pedagógico o político.
Es claro que el fin de la educación para Paulo Freire es la de liberar al hombre y a la mujer, liberarlos desde una perspectiva antropológica única, o reivindicadora de la naturaleza del ser humano. Se es humano en relación con la sociedad que se desarrolla, en el producto resultante de la interacción de los individuos, productosculturales, materiales, entre otros. No se puede concebir un ser humano como un elemento aislado, sino en diálogo con los otros.
Para Freire la historia de la humanidad es producto del diálogo, donde los actores han migrado de posiciones más o menos equitativas a roles diferenciados como opresores y oprimidos. Para Freire algunos elementos del diálogo se han instrumentalizado para establecer un largomonólogo de los opresores, y en el peor de los casos una retroalimentación alienada de parte de los oprimidos. El diálogo se ha convertido en un acto de convencimiento, de acomodamiento, de domesticación, donde la educación ha sido un instrumento muy importante. Podría decirse que el diálogo ha perdido el carácter dialéctico, donde la antítesis se ha debilitado tanto, que la síntesis no sediferencia mucho de la tesis. En la práctica como educadores valoramos a aquellos estudiantes que son obedientes, que prestan atención, que están en silencio y muchas veces a aquellos que se guardan sus opiniones, queremos estudiantes pensantes, pero no les enseñamos a tener confianza en su pensamiento, replicando de ésta manera el monólogo del opresor.
Liberar al oprimido es pues devolverle “su voz”,a “aprender a decir sus palabras”, a objetivar su experiencia y sus vivencias. El diálogo debe despolarizarse, y debe responder a reglas claras para disolver los roles de oprimidos y opresores. La educación debe responder a esas nuevas reglas del diálogo donde se deben reconocer mutuamente los interlocutores, validarlos y valorarlos por igual.
Para ello debemos evitar los supuestos en que elsaber lo tiene el docente que debe donarse a los estudiantes, en que debemos preparar (adaptar) al dicente ante las situaciones que presenta la realidad. La labor del docente está en permitir al estudiante hacer parte activa del diálogo, a retomar el lugar que le corresponde en el diálogo, no desde la perspectiva del oprimido o del opresor, sino desde la perspectiva del ser. Somos, antropológicamentehablando, gracias a nuestras vivencias, y a nuestra reflexión sobre ellas, luego debemos reivindicarlas en oposición a una educación bancaria.

El método de alfabetización de Paulo Freire
El principio que fundamenta el método de Freire es el diálogo, luego el principal reto es darle instrumentos al estudiante para que pueda participar de él. El diálogo, desde la perspectiva de Freire, no...