Freud Vol 14 pp153 214 Lo inconciente oCS
(1915)
Nota introductoria
«Das Unbewusste»
Ediciones en alemán
1915
1918
1924
1924
1931
1 946
1975
Int. Z. arztl. Psychoanal., 3, n? 4, págs. 189-203,
y n? 5, págs. 257-69.
SKSN, 4, págs. 294-338. ( 1922, 2� ed.)
GS, 5, págs. 480-519 .
Technik und Metapsychol., págs. 202-4 1 .
Theoretische Schriften, págs. 9 8-140 .
GW, 10, págs. 264-303.
SA, 3, págs. 1 19-73.
Traduccionesen castellano
1924
1943
1948
1953
1967
1972
*
«Lo inconsciente». EN (17 vals.), 9, págs. 159-200.
Traducción de Luis López-Ballesteros.
Igual título. EA, 9, págs. 154-94. El mismo tra·
ductor.
Igual título. EN (2 vals.), 1, págs. 1 063-8 1 El mis
mo traductor.
Igual título. SR, 9, págs. 133-63. El mismo tra
ductor.
Igual titulo. EN (3 vols.), 1, págs. 1051-68. El mis
mo traductor.
Igualtítulo. EN ( 9 vals.), 6, págs. 2061 -82. El mis·
mo traductor.
Aparentemente, este artículo fue escrito en menos de tres
semanas, entre el 4 Y el 23 de abril de 1915. Se publicó ese
mismo año en el Internationale Zeitschríft, en dos entregct�;
la primera incluía las secciones 1 a IV, y la segunda, las
secciones V a VII. En las ediciones anteriores a 1924 el
artículo no estaba dividido en secciones,pero los actuales
* {ef. la «Advertencia sobre la edición en castellano», supra, pág.
xiii y n. 6.}
155
títulos de estas aparecían al margen del texto. La única ex
cepción es la frase <�y el punto de vista tópico», que actual
mente forma parte del título de la sección 1I, y que origi
nalmente figuraba, en el margen, al comienzo del segundo
párrafo, junto a las palabras «Dentro de unaexposición po
sitiva ... » (pág. 169). En la edición de 1924 se introdu
jeron también unas pocas modificaciones menores en el texto.
Si la serie de «Trabajos sobre metapsicología» es quizá 10
más importante entre los escritos teóricos de Freud, no caue
duda de que el presente ensayo sobre «Lo inconciente» es
la culminación de esa serie.
El concepto de que existen procesos anímicos inconcien
tes es, desdeluego, fundamental en la teoría psicoanalítica.
Freud nunca újó de insistir, incansablemente, en los argu
mentos en favor de ello, ni de combatir las objeciones que
se le oponían. De hecho, el último fragmento inconcluso de
su pensamiento teórico, el escrito ·de 1938 al que tituló «Al
gunas lecciones elementales sobre psicoanálisis» (1940b),
es una reivindicación de aquel concepto.
Debeaclararse enseguida, sin embargo, que el interés de
Freud por este supuesto nunca fue de naturaleza filosófica
-aunque, sin duda, los problemas filosóficos aguardaban
inevitablemente a la vuelta de la esquina-o Su interés era
práctico. Encontró que sin ese supuesto le resultaba im
posible explicar o aun describir una gran variedad de fe
nómenos que le salían al paso. Formulándolo, por el con
trario,se le abría el camino a una región, inmensamente fér
til, de nuevos conocimientos.
En los comienzos del pensamiento freudiano, no puede
haber habido en el medio que lo rodeaba grandes resistencias
contra esta idea. Los maestros inmediatos de Freud (p. ej"
Meynert)l se regían fundamentalmente, hasta donde llegaba
su interés por la psicología, por los puntos de vista de J. F.
Herbart ( 1776-1841); yparece ser que en la escuela secun
daria a la que asistió Freud se utilizaba un libro de texto
que contenía los principios herbattianos (Jones, 1953, págs.
409-10). El reconocimiento de la existencia de procesos aní
micos inconcientes desempeñaba un papel esencial en el sis
tema de Herbart. A pesar de esto, Freud no adoptó la hi
pótesis de inmediato en las primeras etapas de sus investigaciones psicopatológicas. Es cierto que desde el principio
parece haber sentido la fuerza del argumento puesto de re1 La posible influencia del fisiólogo Hering sobre Freud en
aspecto se examina en el «Apéndice A», infra, pág.
202.
156
este
lieve en las páginas iniciales del presente artículo: a saber,
que restringir los sucesos anímicos a los que son concientes,
y entremezclarlos con los...
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