Fueras de serie

«Les presentaré a un tipo de fuera de serie tras otro: genios, magnates de los negocios, estrellas del rock y programadores de software. Vamos a destapar los secretos de un letrado eminente, mirar qué separa a los mejores pilotos de los que estrellan aviones e intentar entender por qué a los asiáticos se les dan tan bien las matemáticas. »

Fueras de serie se subtitula «Por qué unas personastienen éxito y otras no», pero de ninguna manera debe hacerse una lectura de este libro como manual de autoayuda para alcanzar tan esquivo estado. Tampoco plantea una reflexión sobre la naturaleza misma del éxito, que básicamente identifica con su noción convencional. Más bien puede leerse como un ensayo didáctico-literario: quítele la intención moralizante y súmele el apoyo decisivo de útilesestadísticas que destierren falsos mitos sobre los factores del éxito. Ése es el principal objetivo del libro: desmontar algunas creencias sobre el éxito, firmemente asentadas en el mundo occidental. Se trata, pues, de un ensayo magníficamente escrito en un registro divulgativo y ameno. Ya en el cap. 1, el autor recurre a una alegoría para explicar el motivo principal del libro:
El roble más alto delbosque es el más alto no sólo por haber nacido de la bellota más resistente, sino también porque ningún otro árbol le bloqueó la luz del sol, porque el subsuelo que rodeaba sus raíces era profundo y rico, porque ningún conejo le mordisqueó la corteza cuando era un tallo joven ni ningún leñador lo taló antes de que madurara.

Es decir, el éxito se basa (decisivamente) en factores externos alsujeto exitoso, contingencias en gran medida ajenas a su voluntad. El cuento del hombre hecho a sí mismo es eso: un cuento. Prolijo en ejemplos, Malcolm Gladwell empieza mofándose de «las fantasías de Jeb Bush», en concreto de su pretensión de «no deberle nada a nadie». El gobernador de Florida consideraba su riqueza «resultado de su propia valía y ética del trabajo». En 1992 compareció en el show deLarry King, donde declaró que ser hijo del presidente «en general es una desventaja, porque uno está limitado en cuanto a sus posibilidades de acción». Tal pensamiento, zanja Gladwell, es sencillamente ilusorio. Pero Gladwell no se queda en esta mofa sino que a partir de ella ejemplifica su tesis central: nadie, ni siquiera un genio, alcanza el éxito por sí solo. La ayuda que recibe se canaliza endos vertientes: «La oportunidad» (primera parte del libro, caps. 1-5) y «La herencia» (segunda parte del libro, caps. 6-9) entendida como una suma del entorno socioeconómico y el legado cultural, entre otros factores dados que conforman una «acumulación estable de ventajas: cuándo y dónde se nace, a qué se dedican los padres, cuáles son las circunstancias educativas, etcétera. Todo esto marca unadiferencia significativa en lo bien que nos vaya a ir en la vida». Respecto a la oportunidad, Gladwell no menosprecia ni mucho menos la importancia del imprescindible trabajo duro en el camino al éxito, pero insiste en que el trabajo debe ser significativo: «el trabajo duro sólo es una condena si carece de significado». El cuándo se nace, como ejemplo de oportunidad, bien podría servir tanto o másque el trabajo para introducirse en el círculo virtuoso de lo que el sociólogo Robert Merton bautizó como «efecto Mateo», por el pasaje de su Evangelio que dice así: «Porque al que tiene, le será dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado» (Mt., 25, 29). A mediados de la década de 1980, nos cuenta Gladwell, un psicólogo canadiense aficionado al hockey, Roger Barnsley,llamó la atención por vez primera sobre el fenómeno de la edad relativa. Barnsley estaba en Alberta viendo un partido de hockey entre los Gigantes de Vancouver y los Tigres de Medicine Hat cuando su mujer, que hojeaba el programa, comentó el llamativo predomino de los nacidos en el primer trimestre del año.
Aquella noche, ya en casa, Barnsley consultó las fechas de nacimiento de todos los...