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LA HISTORIA PERVERSA DE CAPERUCITA ROJA

Ese día mientras caminaba por el bosque vi la flor mas hermosa de todo el mundo. Yo que siempre he sido de buenos sentimientos y terrible admirador de la belleza, no me creí digno de ella. De repente me acorde de la pequeña caperucita roja, pues asocie su belleza con ella y como una de esas casualidades de la vida, caperucita, Caperucita iba pasando consu destartalada bicicleta, entonces decidí arrancar la flor con todas las fuerzas posibles desde la raíz para que en este bosque nunca naciera otra igual, que me dedique a correr tras ella hasta que la alcance, la tome de la mano y le dije :

-Espera, y ella respondió.
-¿que se te ofrece? ¿Eres el lobo feroz?

Me quede mudo, si era el lobo, pero no feroz y solo pretendía regalarte una florrecién cortada. Se la mostré de súbito, como por arte de magia , no esperaba que me aplaudiera como a los magos que sacan conejos del sombrero, pero tampoco ese gesto de fastidio.
Titubeando, le dije:

quiero regalarte una flor
¿esa flor? No veo por que
no veo la belleza de esa flor
esta llena de belleza- dije lleno de emoción
es una flor como cualquier otra.






Saco el chicle quemascaba y lo estiro. Luego lo volvió una pelotita y lo regreso a la boca. Se fue sin despedirse
Me rompió el corazón, tanto, que no aguante el sentimiento y me dedique a llorar mientras ella se iba, reaccioné y otra vez le di alcance.

-mira mi reguero de lagrimas
- te caíste? – dijo- corre a un hospital.
-No me caí
-así parece porque no te veo las heridas
- las heridas están en mi corazón- o seas tonto

Escupió el chicle que mascaba con la violencia de una bala y se volvió a ir y sin mas ni menos me volvió a lastimar el corazón, pero esta vez no tuve el valor de alcanzarla de nuevo, volvió a alejarse sin despedirse. Sentí que el polvo era mi pecho traspasado por la bala de chicle y el río de la sangre se estiraba hasta alcanzar una niña que ya no se veía por ninguna parte. Nosupe que mas hacer, me senté en una de las piedras y sin darme cuenta uno tras otro la fui arrancando los pétalos a esa flor y golpeado por la naturaleza de la vida me arremetí en el bosque a caminar y pensar, de hecho, a llorar también. Me encontré un amigo y me dio consuelo, me dijo que fuéramos al pueblo a tomar algo y acepte.
Entre tanto, había fiestas y volví a ver a Caperucita con unhermoso vestido, el cual permitía ver con facilidad la perfección del mundo , su pequeño “ombligo”
Ella volteo me miro y me dijo:

acompáñame – Obvio acepte, corrí tras ella otra vez
vamos donde mi abuelita, pero antes quiero que pruebes un poco de esto.

Casi me desmayo de la emoción. Caperucita me ofrecía su pastel. ¿Que debía hacer? Aceptar o decirle que acababa de almorzar. Si aceptabapasaría por ansioso y maleducado: Era un pastel para la abuela. Pero si rechazaba la invitación, heriría a Caperucita y jamás volvería a dirigirme la palabra.
Me parecía tan amable, tal bella y por lo tanto , dije que si.

corta un pedazo – dijo.

Me presto su navaja y con gran cuidado aparte una tajada, la comí con delicadeza, con educación. Quería hacerle creer que tenia maneras refinadas, queno era un lobo cualquiera. De repente sentí que me quemaba del estomago hasta el corazón, luego dijo:

es un experimento. Si te di un pedazo y función a ella le daré todo esto y tendrá mas efecto.

Me sorprendí, no podía creerlo, pero así era ella, tan dulce y tan perversa. Me contó que se lo quería da todo a la abuela, pues ella era muy rica y Caperucita quería heredar todo, lo antesposible, era absurdo, muy mala y mentirosa. Descarada y generosamente me contó el secreto del pastel: polvo de huesos de murciélago y picos de golondrina y algunas hierbas cuyo nombre desconocía. Lo demás todo el mundo lo sabe: mantequilla, harina, huevos y azúcar en las debidas proporciones.
Me pidió otra vez que la acompañara y yo acepte pero todo por amor, por ese inmenso amor que sentí por ella,...