gueera cristera
Como lo documenta “La guerra cristera: el sinarquismo entonces y ahora” (Resumen ejecutivo de la segundaquincena de octubre de 2003, vol. XX, núm. 20), los jesuitas, quienes fueron expulsados de España y sus colonias —incluyendo a México— por Carlos III en 1767, combatieron todo esfuerzo de losmexicanos simpatizantes de los revolucionarios estadounidenses por establecer una república soberana, lo que requería la eliminación de los privilegios feudales de esa Iglesia católica que estaba impidiendoel desarrollo económico de la nación.
Cuando la Constitución mexicana de 1917 incluyó artículos basados en el principio de la separación de la Iglesia y el Estado —en la tradición de Carlos III deEspaña, así como también de la Constitución estadounidense—, la jerarquía de la Iglesia católica mexicana controlada por Üntlos jesuitas organizó un derrocamiento de la Revolución Mexicana en defensade sus privilegios feudales, con la intención de reestablecer un Estado teocrático.
Este movimiento contrarrevolucionario organizado por jesuitas como Bernardo Bergöend, fue apoyado y estimuladopor las empresas petroleras extranjeras cuyos negocios en México estaban amenazados por los artículos de la Constitución de 1917, los cuales reestablecían el principio de que el subsuelo de México erapropiedad de los mexicanos.
El magnate petrolero William F. Buckley padre y el banquero Thomas W. Lamont, de J.P. Morgan, formaron la Asociación Americana de México en 1921, para oponerse a laexpropiación del petróleo por parte del Gobierno mexicano. Lamont también presidía el Comité Internacional de Banqueros, mismo que exigía que México garantizara el pago de su deuda externa a los bancos...
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