Guia Limites

INTRODUCCIÓN

Es común que los padres al hablar sobre las dificultades que significa esto: ser padres, comenten que a nadie se le enseña la manera en que debe llevarse a cabo dicho papel. Esto es algo con lo que estoy de acuerdo parcialmente. Casi todos hemos recibido un entrenamiento durante años, se nos ha dado un curso teórico/práctico viviendo desde el otro lado todo lo que significa laautoridad, la moral, la educación, principios, buenos modales y toda una serie de valores. Me refiero al hecho de haberlo experimentado como hijos. Muchos padres expresan, a veces con resignación a veces con orgullo, así me educaron a mí y no conozco otra forma.
Las escuelas para padres son un invento digamos moderno en la historia de la humanidad y están relacionadas con la aparición de lapedagogía como ciencia y por otra parte con la cada vez más aceptada cultura de los derechos de los niños. Un fenómeno que muy recientemente se convirtió en una política. La Declaración de Ginebra sobre los derechos del niño, como propuesta oficial se dio a conocer en 1924, pero no fue sino hasta 1959 cuando la ONU adopta dichos derechos y decide su aprobación en la asamblea de 1989. En México, losderechos de los niños adoptados previamente por la ONU se ratifican casi al término del siglo XX, en 1990.
Las ideas modernas sobre la educación y la manera más conveniente de tratar a los niños también condujeron a que éstos crecieran con mucho más libertades, con muchos más derechos, pero no necesariamente con más obligaciones. A muchos padres les parecería que más bien las obligaciones de los niñoshan disminuido. No es raro escuchar historias en donde los niños exigen sus derechos llegando hasta amenazar con demandar a sus padres o maestros y que incluso algunos de ellos lo han logrado. Algo impensable hace apenas unas cuantas décadas en que no era nada para llamar la atención el que los maestros aplicaran hasta castigos físicos, sin que esto resultara ni siquiera en una protesta de lospadres. Estoy convencido que esto ha cambiado para bien y celebro el que dichas prácticas hayan prácticamente desaparecido.
Sin embargo, es probable que en el intento por dar a los niños, a los hijos, una mejor calidad de vida, en donde se incluye nuestro respeto hacia ellos como personas, algo se nos ha escapado; algo se ha salido de control y día a día crece la preocupación de muchos padres sobresu papel como autoridad y llegan a menudo a la convicción de que definitivamente algo están haciendo mal.
Creo firmemente en que a pesar de que las escuelas para padres parecen no haber sido necesarias en otros tiempos, siempre es mejor saber más sobre lo que podemos hacer para que las cosas marchen un poco más de acuerdo a lo que nosotros mismos queremos lograr en la educación de los hijos y enel manejo de límites.
El lector no encontrará aquí ninguna recomendación relacionada con lo que se debe enseñar a los hijos. Es decir, todo aquello que para los padres es importante como los principios, valores, moral, educación, buenos modales, cultos y religión, autoridad y reglas de convivencia. Todo ello es materia que solo los padres y cada familia deben establecer. En la práctica cotidianacon los pacientes nunca se ha pretendido dar a los padres un listado de las palabras permitidas y las no permitidas en casa, ni un horario en el que los hijos adolescentes deben llegar a casa o ir a la cama; o cuáles son las tareas que todo hijo debe cumplir en los quehaceres domésticos. Más bien, se les ofrece una opción para que las reglas, las que ellos mismos creen que deben imperar en casa sesigan y sobre todo, qué hacer cuando esto no ocurre.
En realidad el presente trabajo únicamente agrega algunas técnicas a lo que todas las culturas y civilizaciones han hecho a lo largo de los años: educar a los hijos y mostrarles las reglas de convivencia. Una frase bíblica reza: castiga a tu hijo y tendrás paz. Sin pretender interpretar la Biblia, me parece que la intención de esta enseñanza...