Habilidades para la vida

AMOR Y SEXUALIDAD

Modalidades del amor

En el sentido holgado, amor es cualquier tipo de vínculo entre seres. Es un vínculo afectivo, espiritual o sexual, que tiende a perpetuarse.

Se pueden considerar dos tipos generales de amor. En uno se respeta la libertad del ser amado. En el otro, se limita, hasta el acorralamiento y, aún más, la muerte. Sin duda resulta paradójico vincular amor ymuerte, pero a veces son indisolubles. El amor dominante se convierte en un sentimiento patológico. Aún así, no deja de reflejar su anhelo de unión a cualquier costo.

En este sentimiento tan amplio de considerar el amor, cabe una forma primaria, rapaz, canibalesca. Es la tendencia oral-incorporativa, que Balit describe como la devoración del objeto, con el fin de negarle cualquier existenciaindependiente.

Nótese que se habla de la incorporación del “objeto”, es decir, de la representación psíquica del otro. Por lo común, se trata de introyectar, de tener o llevar “dentro del corazón” a la imagen viviente del otro. Pero, como la persona real del otro vive actúa en su individualidad, habrá siempre un contraste entre el ser que la lleva dentro de sí y el independiente, lo que tantoatiza el amor como también genera conflictos.

Mas hay un tipo de incorporación que es literalmente canibalista. Esta pretensión extremada pone de manifiesto la fuerza imperiosa de la necesidad de amor que, en este caso, revela la peligrosa impotencia de quien no es capaz de amar mediante el respeto a la integridad del otro. Lo que en la esquizofrenia a veces es sólo un sueño –comer a una mujer-,resulta ser una patética realidad en el asesino que mata a mujeres en serie: sólo así la “hace suya”, con el riesgo de no tenerla más que cómo espíritu. Que era con quien creía "unirse” Edmund kempler, por ejemplo, una vez que celebraba nupcias con el espíritu de la mujer que acababa de sacrificar y desmembrar. Luego, el asesino y devorador de esa calaña, en su ritual, se entregaba a la gozosarecreación del festín macabro. Mientras tanto, creía poseer, para siempre, el espíritu de la víctima. Nadie podría arrancárselo, ni aún en la hora de la muerte.

Este fatídico extremo no debe ignorarse cuando es necesario reconocer el gran poder del amor, que todo lo consume, aún las mejores intenciones, que entraña tanta infelicidad como la luz genera sombras, y por ser meta que nos pareceinalcanzable, exige las mayores dedicaciones, desde la más benéfica a la más perniciosa.

El amor al prójimo.

El cristianismo fortaleció a nivel universal el amor al otro como individuo. Desde luego, el amor personalizado debió comenzar cuando los primeros seres pudieron reconocerse y elegirse por sus rostros que, en contraste con las otras especies, se conformaron uno diferente del otro. Como unaexcepción a las leyes ahorrativas de la naturaleza, el dispendio genético que dio base a la diversidad de los rostros --y, por extensión, a la personalidad física y anímica-- permitió el desarrollo del concepto de individuación: el reconocimiento de que cada ser humano es único, finalmente incomparable, del otro definido por irrepetible.

Es probable que antes del cristianismo, la relación conel otro estaba mediada por él “como si”: El otro era reconocido por su condición de hijo; aún algo menos si era una mujer: tan sólo como la esposa de alguien. Y en la mayoría de los casos, simplemente, por pertenecer a una colectividad o cierto pueblo. El otro era representante de un grupo determinado, y como tal era caracterizado por rasgos generales más que individuales. Esta relativa“con-fusión” de los seres dependía también de la profesión, la tarea vital, y mucho más del estrato social al que se pertenecía.

Cuando al Cristo se le hace decir “he venido a separar el hijo de la madre”, se incide en el nudo de la fusión y de la simbiosis, para liberar la conciencia hacia la inevitable individuación, con toda la libertad y la responsabilidad que ésta conlleva. No sólo unos cuantos...