Hasta Que La Muerte Nos Separe

“HASTA QUE LA MUERTE NOS SEPARE”










Marcelo Romero Hernández










2006








A mi prima Arely.

















PERSONAJES:

ALEJANDRA: mujer de 26 años, prima de Mario.
MARIO: hombre de 28 años, primo de Alejandra


ESCENOGRAFÍA: departamento de la ciudad de México, una pequeña sala, al lado de ésta un comedor, una salida queda a la cocina, las recámaras y el baño. Otra hacia la calle.


ÉPOCA: Actual. En la mañana



Al abrirse el telón vemos el departamento totalmente desarreglado, hay latas de refresco y cerveza tiradas por todo el lugar así como botellas de vino y otras bebidas alcohólicas, algunas de ellas están rotas, también muchos restos de comida regados, libros tirados… todo lo que señale que hubo unagran fiesta la noche anterior. Aparece Mario que viene de la cocina con su desayuno y un periódico, se sienta frente al comedor. En un sillón de la sala vemos a Alejandra dormida, cubierta con un cobertor, restos de comida sobre ella; se despierta lentamente, con los síntomas clásicos después de una borrachera; observa el departamento con mirada perdida y cansada, no comprende lo que ha pasado.Mira a su primo desayunando.



MARIO: Buenos días, Ale, ¿cómo te sientes?
ALEJANDRA: Que onda, güey… (Pausa) Me duele la cabeza.
MARIO: Como no te va a doler, con toda la cruzadera que te tomaste anoche.
ALEJANDRA: ¿Qué me tomé?
MARIO: Qué no te tomaste, prima… cerveza, vino, tequila, vodka, whisky, ron, refresco y hasta una botellita de rompope (Ríe).
ALEJANDRA: ¿Y que más?
MARIO: Ya nime acuerdo, pero en el piso está todo lo que te echaste.

Ella observa el piso sin inmutarse.

ALEJANDRA: ¿Por qué no te has ido a trabajar?
MARIO: Porque es domingo. Y no trabajo los domingos.
ALEJANDRA: Ah… ¿qué hora es?
MARIO: Van a dar las once.

Alejandra se quita el cobertor de encima, se sienta, observa el piso, recoge una fritura y se la come lentamente.

ALEJANDRA: Tengo unchingo de hambre.
MARIO: Si quieres te voy a comprar algo, unas quesadillas, algo picoso para que se te baje.
ALEJANDRA: No, no, no te molestes, ahorita voy yo, gracias. (Pausa) Le voy a hablar a Pedro para decirle que hoy no nos vemos, me siento mal. Que él solo vaya a ver lo de su traje para la boda. ¿Dónde quedó mi celular?
MARIO: No te preocupes, de todos modos ustedes ya no se van a casar.ALEJANDRA: ¿De qué estás hablando? No juegues con eso.
MARIO: No estoy jugando, ayer terminaron su relación
ALEJANDRA: (Sin inmutarse) ¿Me cortó ayer?
MARIO: Si, dijo que su relación estaba ya muy mal, que lo asfixiabas, que quería tener tiempo para hacer lo que le gustaba, para irse con sus cuates…que no quería estar atado a alguien, que todavía no estaba listo… y… que también se había acostadocon Luisa.
ALEJANDRA: (que no ha comprendido gran parte de lo anterior) ¿Quién es Luisa?
MARIO. La chava que trabajaba en la biblioteca de la Universidad, que está como quiere, bien sabrosa, tiene unas nalgotas… ¿no te acuerdas?
ALEJANDRA: Ah, si, ya me acordé… ¿se acostó con ella?
MARIO: Si.
ALEJANDRA: ¿Y tú cómo sabes todo eso?
MARIO: Porque tú me lo contaste ayer.
ALEJANDRA: (Sincomprender) ¿Yo te lo conté?
MARIO: Si, me dijiste que eso te había dicho Pedro en la mañana.
ALEJANDRA: (Pausa) Entonces ya no le hablo… y que chingue a su madre el muy maldito, no debí confiar en él desde un principio.
MARIO: Ya no te preocupes por eso, anoche dijiste que te daba igual si se casaban o no… oye, a propósito, luego me pasas una “feria” para pagar las llamadas que hiciste ayer.ALEJANDRA: Si, no te preocupes, yo pago mis llamadas. ¿Cómo cuánto es?
MARIO: No sé, tengo que ver el recibo, pero yo creo que con unos cuatrocientos pesos está bien, y si sobra algo te lo devuelvo.
ALEJANDRA: ¿Cuatrocientos pesos? ¿Para qué tanto?
MARIO: Ya te dije que para pagar las llamadas.
ALEJANDRA: Si, ya sé, pero no la friegues, cómo cuatrocientos pesos.
MARIO: Primita, las largas...