Heracles leyenda resumida
de monstruos y, también, de animales feroces como leones y toros gigantes.
La historia de Heracles comenzó cuando su padre Zeus, el rey de los dioses, engañó a Hera su esposa, y
se enamoró de una mortal.
Zeus se enamoró de la bellísima Alcmena y, para que esta, le prestará atención y no huyera ante su
presencia decidió mentirle.
¿Cómo lo hizo?, un día bajó del Olimpo a la tierra y se presentó en la casa de la bella muchacha disfrazado
de su esposo, el buen Anfitrión.
Cuando Alcmena lo vio, creyó que era su esposo y se puso muy contenta al verlo regresar de la guerra.
Así se produjo el engaño y, Zeus, convertido en Anfitrión, estaba tan enamorado que decidió pasar toda la
tarde bebiendo y comiendo con ella sin parar, luego fueron a la cama. Para Zeus era tan maravillosa la
compañía de Alcmena que hizo que esa noche durara 44 horas...
A la mañana Alcmena despierta y vuelve a ver a su esposo en la puerta de su casa llegando de la guerra,
esta vez, a su esposo verdadero. Anfitrión comienza a contarle todas sus aventuras en la guerra, y ella le dice:
Cariño, esto ya me lo contaste anoche..
Su marido se da cuenta de que algo raro pasaba, enseguida comprende que su esposa lo había engañado
con otro, y la quiere matar. Zeus no iba a dejar que nadie dañara a su bella amada pero tampoco se iba a hacer cargo del engaño y, por eso, interviene desde el Olimpo con un rayo que mata al buen Anfitrion.
Alcmena quedó deshecha por la tristeza y, encima, embarazada de gemelos. Uno de sus hijos sería
humano, hijo de Anfitrion, y el otro el hijo de Zeus, Heracles, un semidios.
No sólo Anfitrión había sido engañado, Hera, la mujer de Zeus en el Olimpo, nunca pudo perdonar el
engaño de su esposo y, muy celosa, odio por toda su vida a Heracles.
Tanto odio Hera al hijo de Zeus y Alcmena, que cuando Heracles era bebé mandó dos horribles serpientes
para que lo mataran. Hera no contaba con que Heracles estaba lejos de ser un bebé común, cuando vio las
serpientes las estranguló con sus pequeñas manitos, pero luego dio un grito tremendo porque le daban
mucho miedo estas horribles bestias. Heracles siguió creciendo y convirtiendo en un muchacho fuera de lo común.
Un día, su profesor, creyó que había leído mal un texto y lo corrigió con pequeños golpecitos en su pecho,
Heracles respondió sin controlar su terrible fuerza y, con un golpe de su cítara en la cabeza del profesor,
lo
mató. Heracles, desde ese momento, vivió asustado de su propia fuerza.
Heracles siguió creciendo, pero Hera nunca olvidó su odio por el héroe que le recordaba el engaño de su
esposo.
Hera decidió que ya era tiempo de terminar con el muchacho, para esto le pidió al primo de Heracles, el rey
de Argos, que le encargara los doce trabajos que en Grecia todos consideraban imposibles. Estaba clara la
intención de Hera; ella esperaba que, por fin, Heracles muriera.
Heracles, que era muy valiente, decidió aceptar los trabajos propuestos por su primo sin adivinar las
oscuras intenciones de la diosa Hera.
Heracles creía que él era capaz de terminar con estos azotes que el pueblo griego sufría.
El primer trabajo que emprendió consistía en matar al León de Nemea Esta terrible bestia, fruto de los amores entre Equidna y el gigante Tifón, aterrorizaba a los habitantes de este pueblo. Heracles, después de
haber intentado en vano abatirlo con sus flechas y con su maza, acabó por estrangular al animal con sus
propias manos. Una vez muerta la fiera, le arrancó la piel, que ninguna flecha podía atravesar, y se vistió
con ella para siempre.
La segunda aventura que Heracles emprendió a pedido de su primo ...
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