Hildegard Von Bigen
Desde muy pequeña tuvo visiones, que más tarde laIglesia confirmaría como inspiradas por Dios; en estos episodios no perdía los sentidos ni entraba en estado de éxtasis. Ella los describió como una gran luz en la que se lepresentaban imágenes, formas y colores y que iban acompañados de una voz que le explicaba lo que veía y, en algunos casos, de música.
En 1136 fue elegida por las demás monjas del conventocomo abadesa. En 1141, le sobrevino un episodio de visiones más fuerte que los anteriores, en el cual recibió la orden de escribir las visiones que en adelante tuviese. Así escribiósu primer libro, llamado Scivias (Conoce los caminos), que concluirá en 1151. En 1148, el Papa Eugenio III aprueba sus textos y le pide que continúe escribiendo sus visiones. Apartir de ese momento, Hildegard empieza a relacionarse por carta con múltiples personalidades de la época, tanto políticas como eclesiásticas, que pedían sus consejos y orientaciones.Se la llegó a conocer como la Sibila del Rin y la gente la buscaba para escuchar sus palabras de sabiduría, para curarse o para pedirle guía. Cuando termina el Scivias, Hildegard sededica a elaborar libros de contenidos físicos y médicos hasta 1158 y termina una colección de cantos, que tituló Symphonia armonie celestium revelationum. En 1148, una visión lleva aHildegard a concebir la fundación de un nuevo monasterio en Rupertsberg, separado del monasterio de Disibodenberg. Allí trasladará su comunidad, cada vez más crecida, en 1150.
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