Hipocresía occidental

LA HIPOCRESÍA OCCIDENTAL
(Comentario de “La Playa”)

POLÍTICA TURÍSTICA
ELENA JIMÉNEZ
3BM

Turista: (Según la OMT) toda persona que viaja, por un periodo no superior a doce meses, a un país, ciudad o municipio distinto de aquel en el que tiene su residencia habitual, y cuyo objetivo principal de la visita no es el de ejercer una actividad que se remunere en el país visitado. |

Estapelícula, bajo mi punto de vista, no es más que un retrato de todas esas personas que se creen especiales, y que por lo tanto no pueden ser como el resto: no pueden vestir como los demás, ir a los mismos sitios que la mayoría o pisar la misma arena de playas turísticas… pero, ¿realmente la pureza de sus actos es tan pura? ¿Acaso no necesitan las comodidades y privilegios del primer mundo? ¿Realmente vivenestancias tan vírgenes e inéditas? ¿O en lo único que se diferencian es en la hipocresía que baña cada una de sus decisiones?
Empezando por la definición de turista podemos ver que, tanto los que planifican su viaje como los que no, entran dentro del mismo saco, al igual que los que van a Benidorm o los que se van a la selva más recóndita de la República Democrática del Congo. Por lo tanto noentiendo como hay un grupo de turistas (aunque no se quieran llamar así) que sienten auténtico desprecio por el resto del grupo. Como ejemplo vemos al protagonista de la película, Richard, que en el monólogo de inicio ya repudia a las masas de gente que se mueven a otro país para convivir durante su estancia con ciudadanos de su lugar de origen. Pienso que Richard y su mentalidad carecen de respetohacia otros movimientos, quizás más clásicos, de personas que viajan.
Este grupo de personas que aparentemente se creen superiores, han poseído varios nombres con los cuales se identificaban: viajeros, aventureros, mochileros…
A continuación haré referencia a un blog que he encontrado en internet que sin duda alguna marca las diferencias entre turista y viajero (bajo el punto de vista de unviajero):
Me habéis ofendido. Ya sé que he escrito opiniones de todo tipo, algunas más originales que otras. Pero todos sabéis, al menos mis lectores habituales, que mis dos universos son los viajes y la cultura (sobre todo la prehistórica). Por ello me siento ofendido porque alguien me ha comparado a un turista. Yo no soy un turista, soy un viajero, que no es lo mismo.Veamos un ejemplo práctico:Es elTajo de Ronda el monumento turístico más visitado de toda la provincia de Málaga, la meta de románticos de todas las naciones, la cima visual de esta ciudad imposible, colgada del cielo. Es el Puente Nuevo el emblema de la ciudad, su bandera. Un bello puente de piedra con tres ojos, que salva un barranco de 180 metros por donde corre el Guadalevin. Construido entre 1751 y 1793 por el arquitecto M.De Aldehuela dirigido por J. Díaz Machuca. De 70 metros de largo.Un turista va preguntando por donde va, normalmente buscando oficinas de turismo. El viajero lo sabe antes de llegar, porque antes de salir hacia ningún sitio estudia lo que allí hay, investiga. Tiene Ronda un montón de cosas que ver, desde baños árabes, castillos, pinsapos, un museo excepcional, jardines principescos, tantascosas... El turista quiere vivir en los sitios como si estuviera en su casa.
Se aloja un hotel o un hostal, donde habrá de abrir la ventana para saber donde esta. El viajero alquila una casita solitaria, en las afueras, donde conversar tranquilamente con los viejos del lugar y ver anochecer plácidamente.El turista se deja llevar por la corriente, el viajero se mueve a su ritmo y en su propio vehículo.El turista llega en autobús, en organizada excursión que se mueve a un ritmo frenético, casi japonés. Fotografía el tajo, visita la plaza de toros (de 1785, entera de piedra, con un torero famoso bajo la arena), allí donde nació el toreo, donde se reglamento. Recorre la Carrera Espinel (la calle comercial peatonal) y se marcha.
El viajero llega en su coche, cuando le apetece, sin prisas. Pasea...