historia del ferrocarril en el porfiriato

Ferrocarril Mexicano, 1873
Mario Díazmercado
Inauguración del
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silbatos y palabras
Antes de que el presidente Lerdo de Tejada y sus
acompañantes partieran rumbo a Veracruz, una locomotora
se adelantó para explorar el camino y asegurarse
de que las vías estuvieran en perfecto estado. Y
esa resultó una excelente previsión, pues a la altura de
la estación de Tepexpan se dio un percanceprovocado
por tres grandes piedras que algunos pobladores
colocaron para obstruir la marcha del ferrocarril. El accidente
sólo provocó leves daños en la parte delantera
de la máquina, conocida como abanico. Una vez
liberada la vía, el tren en el que viajaba el presidente
pudo continuar su camino sin novedad, deteniéndose
en cada estación, poblado o ranchería que quedaron
a su paso, pararecibir los homenajes y honores que le
brindaban.
Así transcurrió el recorrido hasta Orizaba, en un
viaje que duraría dos días hasta llegar al puerto de Veracruz.
Antes del tren, el mismo recorrido, a caballo o
en diligencia, requería por lo menos de cinco o seis
días, en el que el agotamiento, las incomodidades y el
riesgo de graves peligros, como el ser asaltados o de
contraer el temidovómito negro, eran una constante.
Finalmente, el 2 de enero de 1873, a las ocho de
noche, el presidente de la República, don Sebastián
Lerdo de Tejada, fue recibido con un entusiasmo indescriptible
por toda la población jarocha, sus paisanos,
que encabezados por las máximas autoridades de
la entidad le organizaron no sólo un gran recibimiento
en la terminal, sino bailes, recepciones,espectáculos
folclóricos, cenas y toda clase de demostraciones de
alegría y gratitud.
Tal era la algarabía y el entusiasmo que provocó la
aparición de esta gran mole de hierro que, según los
más optimistas, haría surgir toda clase de beneficios
para la nación y, según los detractores, sería el inicio
de desgracias inimaginables hasta ese momento.
Lo cierto es que ni unos ni otros tuvieron la razóncompleta. El ferrocarril, en efecto, logró cambiar, con
mucho, la interrelación comercial, la vida social y política
del país, pero no sin afectar los intereses económicos,
laborales y sociales de mucha gente.
El Ferrocarril Mexicano, veinte días después de su
inauguración, comenzó a brindar servicio público, en
condiciones no óptimas de operación, que ameritaron
las críticas de algunos.Entre las quejas se puede citar
el deplorable estado de muchos de sus tramos, que
presentaban irregularidades, como el hecho de que se
hubieran colocaron vías sobre caballetes hechos de
durmientes de madera o la falta de balastro. Sin embargo,
para otros, el ferrocarril fue objeto de miles de
elogios. Consideraron maravilloso el poder contemplar
cómo el ingenio y el trabajo del hombre habíanlogrado
vencer los obstáculos de la naturaleza y, más aún, realizado
obras de arte monumentales y esplendorosas
como el puente de Metlac, los viaductos y las alcantarillas
a lo largo de poco más de 470 kilómetros.
Pero la inauguración de esta línea no marcó ni el
inicio ni el final de la historia del ferrocarril en nuestro
país. Desde antes de 1837 se habían dado ya algunos
intentos porhacer que México entrara en la modernidad.
Francisco de Arrillaga, un próspero comerciante
y hacendado español que había sido ministro de Hacienda
durante el gobierno del triunvirato que sucedió
a la caída del primer emperador Agustín de Iturbide,
y que simpatizaba con la causa de la Independencia,
se entusiasmó con la idea de construir un camino de
hierro que corriera desde el puerto deVeracruz hasta
la ciudad de México.
Arrillaga era un buen hombre, idealista y generoso,
que le brindó escondite y cobijo a don Guadalupe Victoria
durante la persecución que éste sufrió por parte
de las tropas de Iturbide, luego de escapar de la cárcel.
En agradecimiento por tal gesto, Guadalupe Victoria
lo incorporó al gobierno de la primera República,
pero duró en su cargo poco tiempo,...