Historia Social Argentina - James

James – Sindicatos, burócratas y movilización
Eduardo Lonardi, en su discurso de asunción como presidente provisional, anunció que “No había ni vencedores ni vencidos” con una intención de tranquilizar a la masa de trabajadores peronistas preocupados por el destino de todo aquello que habían logrado respecto su realidad social y económica, de la mano de Perón y de las organizaciones sindicales.El presidente y su gobierno estaban dispuestos a aceptar que los peronistas siguieran controlado los sindicatos pero sostenían que debía ser un peronismo purificado de los vicios que lo habían corrompido y conducido a la derrota.La oposición postulaba que si los gremios reconocían la necesidad de mantenerse dentro de su propia esfera y la demagogia corrupta de los elementos más asociados a perónpodían eliminarse, los sindicatos conducidos por los peronistas tendrían un papel crucial en la Argentina Anti-peronista como órganos de control social y canales de expresión de la clase obrera.
Luis Cerruti Costa, el ministro de trabajo, adopto una política de convenio, de unión con la conducción gremial peronista pero el intento de Lonardi de llevar a la práctica esta política fracasaría amediados de noviembre y éste sería reemplazado por su vicepresidente Pedro Eugenio Aramburu, líder del campo militar anti peronista de línea dura.
La razones del fracaso de Lonardi implicaban, en principio, que su posición era minoritaria entre los militares y las fuerzas cívicas que habían hecho al revolución libertadora y el grupo dominante antiperonista consideraba al peronismo como una calamidadque era preciso exorcizar de todos los sectores de la sociedad argentina.
Grupos armados antiperonistas se habían apoderado de muchos sindicatos en las semanas siguientes al golpe y estos grupos serán conocidos como “comandos civiles” y estaban compuestos principalmente por activistas socialistas y radicales., ellos se veían a sí mismos como una milicia civil. Los antiperonistas intensificabansus ataques a los locales sindicales e incitaban a sus partidarios dentro del gobierno a efectuar una completa pyrga de la influencia justicialista a los gremios.
El resultado fue que la conducción peronista de la CGT, encabezada por Framini y Natalini, comenzó a dudar cada vez más de la capacidad de lonardi y de sus seguidores nacionalistas de cumplir sus promesas. El sector nacionalista delgob. Provisional no tenía autoridad suficiente dentro de la policía o las Fuerzas Armadas para impedir los ataques anti peronistas y la toma de locales u oponerse al arresto de funcionarios sindicales peronistas.
En este contexto de tensión surgieron las bases gremiales peronistas como actores cruciales. En un principio habían demostrado una creciente disposición a resistir y preservar “algo quepor instinto sentían estar perdiendo”. Gran parte de esa resistencia dejó de lado la conducción sindical peronista. El 17 de oct y a comienzos de noviembre se produjeron huelgan espontaneas a gran escala como protesta por la situación nacional y los ataques anti peronistas contra los sindicatos en particular, esto alarmó y fortaleció a lso elementos más duros de las Fuerzas armadas y sus aliadosciviles.
La CGT convocó a un paro general el 14 de noviembre con el fin de protestar contra la situación del nuevo régimen y las autoridades reprimieron la medida y el 16 de noviembre el gobierno intervino la CGT y todos sus sindicatos miembros y detuvo a muchos dirigentes.

Gobierno de Aramburu, Resistencia obrera y supervivencia del peronismo
El gobierno provisional de Aramburu se dispusoabordar la mayor problemática nacional que veían que era la persistente influencia peronista en todos los niveles de la sociedad argentina dado que pensaban que el peronismo era una aberración que era preciso borrar de la conciencia nacional. Las autoridades intentaron proscribir a toda una generación de funcionarios gremiales peronistas y el decreto 7.107 excluyó de la actividad sindical a todos...