Historia
MADRID, 1-BAYERN, 0
Real Madrid: Casillas, Carvajal, Pepe (Varane, m. 73), Sergio Ramos, Coentrão; Modric, Xabi Alonso, Isco (Illarramendi, m. 81); Di María, Benzema y Cristiano Ronaldo (Bale, m. 74). No utilizados: Diego López; Marcelo, Casemiro y Morata.
Bayern Múnich: Neuer; Rafinha (Javi Martínez, m. 66), Boateng,Dante, Alaba; Lahm, Kroos; Robben, Schweinsteiger (Müller, m. 74), Ribéry (Götze, m. 73); y Mandzukic. No utilizados: Raeder; Zingerle, Pizarro y Weiser.
Gol: 1-0. M. 19. Benzema remata en el área pequeña un centro de Coentrão desde la banda izquierda.
Árbitro: Howard Webb (Reino Unido). Amonestó a Isco.
Unos 85.000 espectadores en el Bernabéu.
Guardiola, como jugador y ahora entrenador,siempre sintió el fútbol como un objeto de pasión, no de consumo. En su manual está grabado a fuego el juego recreativo y un romance permanente con una pelota mimada y mimada. En esas está en el Bayern, que le ha contratado por disidente, mal que le pese a Beckenbauer y a algunos de la nomenclatura del fútbol germano, tan arqueológico hasta hace no mucho, cuando sus principales intérpretes deforestabanlos campos con tipos de pierna de mármol y una colección de vigas como arietes, centrales o mediocampistas. En Chamartín, en el primer tramo el Bayern cumplió al dedillo con el guardiolismo, incluida la solidaridad para la presión alta. El cuadro muniqués es un devoto de los encuentros que se dirimen solo en campo contrario. Lo demostró con creces durante 45 minutos, en los que lo suyo fue unmonocultivo absoluto del balón, el eje sobre el que pretende hacer gravitar su esplendor de estos tiempos, al contracultural en la Bundesliga. Para el abuso de la posesión, el cuadro muniqués es una sinfonía de permutas entre los laterales, los volantes y los extremos, todos se organizan para piropear al balón. Gente como Kroos, Lahm y Schweinsteiger no son precisamente unos piernas.
Enfrente, elMadrid envidó con lo que es, un certamen de fútbol veloz, sin vericuetos. Otro boceto, igual de válido y que obliga a la resistencia feroz y la ejecución a toda mecha, lo que no es sencillo. Si el Bayern intenta que los goles sean hijos del juego, el conjunto de Ancelotti invade el área al asalto, con futbolistas que se infiltran a mil por hora. Cuando ni había salido de la cueva, así llegó eltanto de Benzema, excelente por la asistencia de Cristiano, la infiltración de Coentrão y el punto final del ariete francés. Hasta entonces no había señales de humo locales, con todo el Madrid encapotado en su terreno como espía de ese fútbol levítico de su adversario. La pelota era muniquesa y el marcador madrileño. Asustaba el Bayern, pero las cornadas las daba el Madrid, que ya en el primer actopudo ampliar la ventaja por medio de Cristiano y Di María. El portugués tiene el gol por costumbre, aunque sea con el juanete, pero su sencillo remate frontal ante Neuer se fue al cielo. Frustrado, a Ronaldo se le llevaban los demonios. Era un día especial para él. Si ya lo es de por sí cualquier partido de recreo, más aún la Copa de Europa, en la que a futbolistas tan comprometidos como él no...
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