hola

Nuestra sociedad está por la vida. Hace ya meses que se rechazaron tres proyectos que buscaban despenalizar el aborto y somos de los pocos países en el mundo que lo considera ilegal. Es muy fácildecir que somos una sociedad pro vida. Sin embargo, lo difícil es asumir las responsabilidades que esta afirmación conlleva.
Recientemente tuve la oportunidad de conversar con el Dr. Sebastián Illanes,médico ginecólogo, quien sostenía lo siguiente: No podemos prohibir sin ofrecer una opción alternativa. Si apoyamos el derecho a nacer del niño, tenemos el deber de ofrecerle una salida a esa mujerque está pensando en abortar y acompañarla para que el este no sea una opción tentadora. Debemos proveer a la mujer de una variedad de opciones que sean perfectamente viables para evitar esteasesinato.
Afortunadamente, existen en Chile instituciones y fundaciones que buscan precisamente satisfacer esta necesidad: la de proveer a la madre de la ayuda necesaria para elegir la vida. Esta labor,desarrollada por la sociedad civil, es de gran importancia y ha permitido que miles de madres hayan podido conocer a sus hijos. Sin embargo, la magnitud de la tarea hace necesaria una acción conjunta dela sociedad civil y del Estado. Y en esta materia el Estado tiene una deuda pendiente. La deuda es con las mujeres que han pasado por embarazos difíciles, con los niños que nacieron sin un techo y,también, con aquellos que no alcanzaron a nacer.
Para saldar esa deuda no hace falta que el Estado remplace la labor que, hasta hoy, ha liderado la sociedad civil. Basta con que se sume y apoye dichatarea con recursos, abriendo espacios de participación y asumiendo con voluntad política los desafíos que aún están pendientes.
Si decidimos defender la vida, tal como lo hemos demostrado en el Senadoy en las calles, debemos preocuparnos de que esa mujer nunca esté sola, para que se sienta siempre en un país que la protege y ayuda en sus dificultades, en un país que no le teme al trabajo...