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Resumen: LUMEN GENTIUM
CAPÍTULO I: EL MISTERIO DE LA IGLESIA
El Padre Eterno, mediante la creación elevó a los hombres a participar de la vida divina, pero luego del Pecado Original éstos perdieron éste don. Dios no los abandonó, sino que les brindó los auxilios para la salvación: Nos envió al Hijo, en quien se complació en restaurar todas las cosas.
La Iglesia es en Cristo un signo einstrumento de la unión íntima con Dios y de la unidad de todo el género humano. Ésta fue prefigurada desde el origen del mundo, y su comienzo y crecimiento están simbolizados en la sangre y en el agua que manaron del costado abierto de Cristo crucificado (cf. Jn 19,34). Pero la obra de nuestra redención se efectúa cada vez que se celebra en el altar el “sacrificio de la cruz” (aunque de formaincruenta), y al mismo tiempo, la unidad de los fieles, que constituyen un solo cuerpo en Cristo, está representada y se realiza por el sacramento del “pan eucarístico”.
Consumada la obra que el Padre encomendó realizar al Hijo sobre la tierra (cf. Jn 17,4), fue enviado el Espíritu Santo el día de Pentecostés a fin de Santificar indefinidamente la Iglesia y para que de este modo los fieles tengan accesoal Padre por medio de Cristo en un mismo Espíritu. El Espíritu habita en la Iglesia y en el corazón de los fieles como en un templo.
Jesús dio comienzo a la Iglesia predicando la Buena Nueva, es decir, la llegada del reino de Dios prometido desde siglos en la Escritura: «Porque el tiempo está cumplido, y se acercó el reino de Dios». Este reino se manifiesta en la persona misma de Cristo. LaIglesia tiene la misión de anunciar el reino de Cristo y de Dios e instaurarlo en todos los pueblos, y constituye en la tierra el germen y el principio de ese reino.
La naturaleza íntima de la Iglesia se nos manifiesta mediante diversas imágenes tomadas de la vida pastoril, de la agricultura, de la edificación (el mismo Señor se comparó a la piedra que rechazaron los constructores, pero que fuepuesta como piedra angular) como también de la familia y de los esponsales (descrita como esposa inmaculada del Cordero inmaculado) las cuales están ya insinuadas en los libros de los profetas. También en el evangelio se compara a la Iglesia con un Cuerpo, en el que la vida de Cristo se comunica a los creyentes que están unidos a Cristo paciente y glorioso por los sacramentos, de un modo real.
Porel bautismo nos configuramos en Cristo, luego participamos realmente del Cuerpo del Señor en la eucaristía, en la que somos elevados a una comunión con El y entre nosotros. Así todos nos convertimos en miembros de ese Cuerpo «y cada uno es miembro del otro» (Rm 12,5), y del mismo modo que todos los miembros del cuerpo humano forman un solo cuerpo, así también los fieles en Cristo. A su vez, si unmiembro sufre en algo, con él sufren todos los demás; o si un miembro es honrado, gozan conjuntamente los demás miembros (cf.1 Co 12,26).
La Cabeza de este cuerpo es Cristo. El es el principio, el primogénito de los muertos, de modo que tiene la primacía en todas las cosas, y es necesario que todos los miembros se hagan conformes a El hasta el extremo de que Cristo quede formado en ellos (cf. Ga4,19), por eso la Iglesia le está sometida como a su Cabeza (ib. 23-24). El Espíritu es quien, siendo uno solo en la Cabeza y en los miembros, vivifica todo el cuerpo.
Cristo, en verdad, ama a la Iglesia como a su esposa, convirtiéndose en ejemplo del marido, que ama a su esposa como a su propio cuerpo (cf. Ef 5,25-28). La Iglesia terrestre y la Iglesia celestial, no deben ser consideradas comodos cosas distintas, sino que más bien forman una realidad compleja que está integrada de un elemento humano y otro divino. Pero es importante aclarar que la Iglesia, aunque necesite de medios humanos para cumplir su misión, no fue instituida para buscar la gloria terrena, sino para proclamar la humildad y la abnegación con su propio ejemplo. Cristo fue enviado por el Padre a «evangelizar a los...