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En la época contemporánea no se tenía en cuenta aquellos métodos antiguos y primitivos. Comienzan a exigir comprobaciones a todo lo que se había establecido, asífuera falso o verdadero.
La función del médico era reconocer y reorientar a las personas para comprender a quienes sufren sin alejarse de la verdad conocida y sinintervenir en aspectos religiosos.
A principios de ésta época, la adquisición de enfermedades y la salud, se le atribuía a designios divinos (podían ser los dioses, lanaturaleza, una fuerza, o el mismo Dios). Específicamente, el concepto de enfermedad se tomaba como una sanción moral. Sin embargo, el hombre era quien decidía realmentesu destino y su condición, ya que él tenía en su libre albedrío, la posibilidad de seguir o no seguir aquellos tabúes y reglas que constituían la moral.
“El hombre eravíctima de su propia imperfección”.
A finales del siglo XIX y en el siglo XX, esa concepción cambia, enfocándose más hacia la libertad social y de expresión, queestaban coartadas por las normativas sociales. Según esto, la enfermedad y la salud variaban de acuerdo a la canalización de las tensiones internas, al estrés de lasexigencias sociales y la desobediencia a deseos. La enfermedad también podía deberse a selección natural, a la genética u otras causas; pero la que más adecuada era el“justo medio” aristotélico, que sostenía que la felicidad solo se logra con el hábito del equilibrio entre los dos extremos viciosos del hombre.
“El hombre es víctima deuna sociedad imperfecta”.

(La expectativa de vida en países desarrollados, permite: enfermedades degenerativas, cáncer, senilidad y enfermedades cardiovasculares.)