hola

Capítulo 25

El despertador empezó a sonar a las siete en punto de la mañana, cuando todavía no había amanecido por completo y toda la residencia estaba en el más absoluto silencio.

Rápidamente, Sakura detuvo el estridente sonido. Lo bueno de tener un despertador de campana era que, por muy dormida que estuviera, el escándalo siempre la despertaba. Lo malo era el ataque de nervios quesufría cada vez que sonaba, aquel ruido podía levantar a todo el tercer piso sin problemas.

Ino se revolvió en su cama y murmuró algo sobre su frente y su maldito despertador, luego, antes de volver a quedar dormida, mencionó algo acerca de que los domingos eran sagrados.

Sin hacer el menor caso a su amiga, Sakura entró en el baño y se dio una rápida ducha. ¡No había tiempo que perder!

Hablarcon Tenten la noche pasada le había llevado a darse cuenta de cuáles eran sus sentimientos.

Durante años había estado convencida de lo mucho que quería a Sasuke, pero ella misma se había dado cuenta de lo infantiles que eran aquellos sentimientos. Había idealizado a un chico al que ni siquiera conocía y se había convencido a sí misma de que le quería, cuando no sentía más que un amor platónico.Por esa razón se había acercado a él, para conocerle, para llegar a ser su amiga y descubrir qué sentía por el verdadero Sasuke, no por el que ella había idealizado en su mente.

En el poco tiempo que habían sido amigos, o algo así, Sakura había aprendido muchas cosas de él. Le gustaba el silencio, era bastante borde la mayor parte del tiempo, prefería la literatura clásica a la moderna,jugaba al fútbol porque el deporte le ayudaba a relajarse, los domingos muy temprano practicaba kendo cuando el dojo del instituto estaba vacío, no le gustaban los dulces… Y también había descubierto que estaba enamorada de él.

A pesar de lo desagradable que podía llegar a ser, distante, frío e incluso hiriente, ella le quería. No le importaba su popularidad, su dinero o su físico. Le quería por laforma en que la hacía sentir, por la manera en que la miraba…le encantaban sus ojos, perderse en ellos era tan fácil…

Para su desgracia, había aclarado sus sentimientos cuando él no quería saber nada de ella.

Pero eso no podía quedar así.

Se suponía que Sasuke y ella eran algo así como amigos, por lo que él no tenía ningún derecho a enfadarse con ella sin motivo. ¡Ella no había hechonada malo! Hablaría con él y solucionarían sus problemas.

Por esa razón se había levantado tan temprano un domingo, algo que no hacía desde que la directora Tsunade le daba clases particulares el año anterior.

Sasuke no le había dirigido la palabra y ella no se había atrevido a mirarle siquiera, pero eso iba a cambiar. Pasar una semana sin hablarse el uno el otro era absurdo, más si no habíarazones reales para estar enfadados.

Salió de la residencia femenina. No había absolutamente nadie en toda la plaza redonda y el silencio era tal que podía escuchar a los pájaros de las zonas verdes. Se ajustó la chaqueta, pues con octubre estaba llegando el frío, y echó a andar con calma hacia las instalaciones deportivas.

El dojo estaba alejado del resto de edificios y pistas deportivas. Eraun edificio inmenso en el que ella nunca había estado, a fin de cuentas lo suyo siempre habían sido los estudios y no los deportes, pero supuso que no sería difícil encontrar a Sasuke. Dudaba mucho que nadie más que él fuera por allí tan temprano.

Quizá Lee-san… -pensó recordando lo mucho que le gustaba entrenar y hacer cosas extrañas con Gai-… no, creo que los domingos se dedica a patearárboles…

Entró en la inmensa sala, observando a su alrededor con curiosidad. Se respiraban la tradición y la disciplina. Si se paraba a pensarlo, nunca había visto a Sasuke practicando kendo.

Seguro que está guapísimo…

Negó con la cabeza, sonrojada, y buscó en las diferentes salas. La que usaban para el kendo estaba vacía, igual que la de kárate, la de sumo, la de aikido… No había nadie...