Hola

LA MÚSICA ES DEL AIRE
“Todas las cosas tienen música hoy”,
Luis Alberto Spinetta
En una pequeña comunidad de Paraguay anegada por la basura, una pareja de jóvenes emprendedores plantea un cambio de paradigma en la fabricación de instrumentos musicales
Sí, comenzar una nota sobre algo que sucede en Paraguay advirtiendo previamente que Paraguay es un grano en uno de los cachetes del mundorelleno de dosis incalculables de los peores vicios –o mejores, dependiendo de qué lado del mostrador se esté- del capitalismo moderno es un lugar harto común, pero nunca está de más recordarlo si tenemos en cuenta que el cachete donde se ubica no es precisamente uno de los de la cara. Los datos duros son –sí- duros y en su medallero ostenta títulos como el de ser el segundo productor de marihuanadestinada al narcotráfico a nivel mundial1. Otro: Ciudad del Este es la tercera zona de libre comercio más importante del mundo2, sólo por detrás de Hong Kong y Miami, y se erige como las papas fritas del McCombo del cual Asunción es la hamburguesa y el resto del país el mantelito de papel sobre el que caen más manchas grasientas que migas. El pronóstico que ese mix de factores puede arrojar es unaesperable desigualdad social que en términos cuantitativos sólo es comparable a la cantidad de basura que generan sendas metrópolis. No obstante, la coincidencia entre ambos índices va más allá, ya que cuando el sistema se empacha y descompone, tiene el recaudo de hacer toda la digestión en un mismo lugar. Uno de esos baños del capitalismo de cabotaje es Cateura, una localidad ubicada en lasafueras de la capital paraguaya que debe su nombre a una laguna lindante compuesta por un líquido parecido al agua (y que con, toda seguridad, en algún momento lo fue). En tierra firme el panorama no es mucho más alentador, ya que tanto las playas como las montañas y calles están hechas de un mismo material: basura. Cateura es, en sí, una microeconomía que se alimenta de su condición de vertederomunicipal, ya que la mayor parte de sus habitantes vive de rastrillar la basura en busca de todo aquello que sirva para ser revendido o reciclado. Esta práctica ha sido perfeccionada por los locales de manera tal que algunos hasta se han atrevido a soñar nuevas formas de hacer frente a la hostilidad imperante extrayendo el antídoto del propio veneno: a partir de uno de esos sueños se hizo realidad laOrquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, una filarmónica cuyos instrumentos, como su nombre bien indica, son fabricados con la única materia prima que no cesa de crecer allí.
“Si bien veníamos barajando la posibilidad de acercar la música a los chicos de las zonas marginales de Asunción, no sabíamos cómo, ya que disponíamos de una cantidad escasa de instrumentos en comparación con la grandemanda que existía”, explica Favio Chávez, aquel licenciado en tecnología ambiental que en 2006 había recalado en Cateura para iniciar un programa de reciclado y que hoy se da maña para hacer las veces de director orquestal. Tras mucho debatir y repensar salidas posibles, encontró la solución en las entrañas mismas del vertedero luego de que una lata de aceite con las abolladuras exactas pusiera arodar su imaginación. Finalmente, cuando se convenció, le planteó el desafío de convertirla en el cuerpo de un violín a Nicolás Gómez, multioficio de los que ya no quedan. Forjado por la urgencia práctica más que por la aplicación teórica, el hombre no dudó en aceptar, hecha la salvedad de que no había visto ese instrumento en su vida ni mucho menos sabía cómo sonaba. Fue por ello que todos sesorprendieron cuando, tomando como modelo “a ojo” un violín destartalado, su primera criatura funcionó desde el primer intento. No tardaron en aparecer nuevos monstruos de Frankestein del subdesarrollo, como el cello con cuerpo de lata de Petrobras y clavijas de tenedores de plástico o el saxo cuyas llaves son chapitas de gaseosa. Nicolás, hoy devenido en lutier de laboratorio, tiene en su haber...