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Hace cinco años de cuenta, un gran americano, en cuya sombra simbólica estamos de pie hoy, firmó la Proclamación de Emancipación. Este decreto trascendental vino como una gran luz de faro de esperanza a los millones de los esclavos Negros que habían sido chamuscados en las llamas de injusticia que se marchita. Esto vino como un amanecer alegre para terminar la noche larga de su cautiverio. Perocien años más tarde, el Negro todavía no es libre. Cien años más tarde, la vida del Negro todavía tristemente es mutilada por las esposas de segregación y las cadenas de discriminación. Cien años más tarde, el Negro vive a una isla sola de pobreza en medio de un océano enorme de prosperidad material. Cien años más tarde, el Negro todavía es languidecido en las esquinas de sociedad americana y seencuentra un exilio en su propia tierra. Y entonces hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición vergonzosa. En cierto modo hemos venido a nuestra capital nacional para cobrar una comprobación. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las palabras magníficas de la Constitución y la Declaración de Independencia, ellos firmaban un pagaré al cual cada americano debía caerse elheredero. Esta nota era una promesa que todos los hombres, sí, hombres negros así como hombres blancos, sería garantizada " los Derechos imprescriptibles " " de la Vida, la Libertad y la búsqueda de Felicidad. " Es obvio hoy que América ha faltado a este pagaré, en la medida en que sus ciudadanos de color están preocupados. En vez de honrar esta obligación sagrada, América ha dado al Negro pueblanuna comprobación mala, una comprobación que ha vuelto marcada " fondos insuficientes. "Pero rechazamos creer que el banco de justicia está en bancarrota. Rechazamos creer que hay fondos insuficientes en las grandes bóvedas de oportunidad de esta nación. Y tan, hemos venido para cobrar esta comprobación, una comprobación que nos dará sobre la demanda la riqueza de libertad y la seguridad de justicia.También hemos venido a este punto santo para recordar América de la urgencia feroz de Ahora. Esto no es ningún tiempo para contratar en el lujo de refrescar o tomar la medicina de apaciguamiento de gradualismo. Ahora es el tiempo para hacer verdadero las promesas de democracia. Ahora es el tiempo para elevarse del valle oscuro y solitario de segregación al camino iluminado por el sol de justiciaracial. Ahora es el tiempo para levantar nuestra nación de las arenas movedizas de injusticia racial a la roca sólida de hermandad. Ahora es el tiempo para hacer la justicia una realidad para los niños de todo el Dios. Sería fatal para la nación para pasar por alto la urgencia del momento. Este verano bochornoso del descontento legítimo del Negro no pasará hasta hay un otoño tónico de libertad eigualdad. Diecinueve sesenta y tres no es un final, pero un principio. Y los que esperan que el Negro tuviera que quitar el vapor y ahora serán contentos tendrá un despertar brutal si la nación vuelve al negocio como siempre. Y será habrá resto, ni tranquilidad en América hasta que concedan al Negro sus derechos de ciudadanía. Los torbellinos de rebelión seguirán sacudiendo las fundaciones denuestra nación hasta que el día brillante de justicia surja. Pero hay algo que debo decir a mi gente, que está de pie sobre el umbral caliente que conduce en el palacio de justicia: En el proceso de ganar nuestro lugar legítimo, no debemos ser culpables de hechos injustos. Déjenos no procuran satisfacer nuestra sed para la libertad por bebiendo de la taza de amargura y odio. Siempre debemos conducirnuestra lucha sobre el alto avión de dignidad y disciplina. No debemos permitir a nuestra protesta creativa para degenerar en la violencia física. Una y otra vez, debemos elevarnos a las alturas majestuosas de encontrar la fuerza física con la fuerza de alma. La maravillosa nueva militancia que ha sumergido la comunidad Negra no debe conducirnos a una desconfianza de toda la gente blanca, para...