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EL LABERINTO DE LA SOLEDAD
Octavio Paz.

El segundo libro que leí fue EL LABERINTO DE LA PAZ. En este libro el autor que es Octavio Paz, describe al mexicano como un individuo que lucha por ser alguien, no es simplemente otro individuo y ya, algunos mexicanos se burlan de lo que quieren ser pero no admiten, por ejemplo los estadounidenses. La cultura del mexicano está tan arraigada al propioindividuo que le resulta imposible desentrañar los rasgos que le caracterizan como lo que es. El ejemplo dado por Octavio Paz son los pachucos queriendo redimirse de su patria. Son mexicanos en Estados Unidos que ambicionan ser vistos por su rebeldía al negar y resistirse a ser parte de una sociedad característica externa.
En el primer capítulo se mencionan estas actitudes para comprobar lafuerza de lo aprendido anteriormente como bases en cualquier personaje. No importa si pretendemos actuar como alguna otra sociedad, si acostumbramos lo mismo, si absorbemos toda obra de su parte; lo culminante no es el suceso sino la sintaxis de nuestras acciones.
El pachuco, reacciona agresiva y escandalosamente ante el mundo, se humilla para satisfacer el deseo de ser parte de algo más vivo. Es suforma de crear una relación más activa con la sociedad. He allí donde percatamos indicios de soledad, se siente rechazado por lo que es, y se siente juzgado al intentar ser como el que juzga; eso lo coloca en un punto donde se encuentra a si mismo distinto, vacío. Esto no hace suponer a la soledad como el sentirse inferior, hablamos de seres dependientes unos de otros, por lo que nos lleva apensar que se trata principalmente de la integración.

Los mexicanos tienen tal manera de actuar, que los pachucos siguen siendo lo que son. Nuestra cultura es tan firme como roca, no importa que tanto la pulamos, que tanto le demos forma, disfraz y etc.

Una persona nacida en México, que lo vive y lo siente, nunca lo olvida. Tal como la esperanza, quien la vive una vez nunca la olvida y ainconciencia nunca dejará de buscarla. Como mexicanos, enmascaramos sentimientos y reflexiones, somos fríos. Siempre estamos lejos del mundo, lejos de los demás e incluso de nosotros mismos. Es algo que llevamos en la sangre desde siempre, no importa la influencia de nuestros ancestros españoles, los indígenas nos dejaron una marca imborrable; la indiferencia ante el dolor o el peligro, el mundo cerradoen nuestra política y en nuestro arte, el pudor ante la desnudez propia o ajena… resulta absolutamente cierto, mas, nunca deja de ser relativo.

Vemos al hombre como el siempre dominante, el que no llora, el hombre de acero, que no se rinde, que no se da la vuelta y nunca abandona. Es el estatus entre los mismos mexicanos, es su prueba de confianza de unos entre otros. La mujer, siempre anteellos se verá como vulnerable, mas no lo será. De cada delicada flor habrá gran significado y carácter.
Es como lo hace ver Octavio en su obra. La mujer que sufre, y de ese sufrimiento se hace tiempo después inmune. Exactamente igual que el hombre, simplemente les pones distintos ángulos. Hombres o mujeres somos seres realistas como mexicanos, haciendo fluir sentimientos con rapidez, por lo cualtambién le llaman como pesimismo.
Octavio ve al mexicano como el ser que miente no sólo para engañar a alguien sino a él mismo. Las debilidades del mexicano solo se muestran ante la persona amada.

El momento en el que el mexicano puede expresarse a todo color, a todo volumen, es en sus fiestas, es donde se expresa con libertad pues no importará más mañana.
Tanta importancia le da el mexicano asus fiestas, que dejan de ser una simple celebración, sino un ritual entero, parte de la supervivencia emocional y psicológica del ente. “Nuestro calendario está poblado de fiestas”, dice Octavio Paz. Cualquier evento que pueda tener trascendencia se hace ver como motivo de celebración, festejo y folclor.

Las fiestas hacen ver nuestra “riqueza en pobreza” ya que son nuestro único lujo...