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la Constitución de 1917—, la clase política y los sectores sociales cercanos al poder hacían una colorida fiesta para venerar al lí
En su gran día, era costumbre que el Ejecutivo se trasladara de laresidencia oficial de Los Pinos a la sede de la Cámara de Diputados, lugar donde lo esperaba la sesión de Congreso General para escuchar la lectura de una parte de su Informe de Gobierno.
Pero no lohacía solo: El Legislativo enviaba una comitiva de diputados y senadores para acompañar al presidente desde su residencia hasta la sesión del Congreso.
Otra comisión de legisladores lo recibía despuésen la Cámara y lo acompañaba hasta la tribuna del salón de sesiones. Y otra comisión más lo llevaba de la sede de los congresistas a su casa, de regreso.
Ahí, durante varias horas, los legisladores einvitados especiales escuchaban un informe sobre el estado de la nación. Cifras macroeconómicas, kilómetros de carreteras construidos, hospitales inaugurados, toneladas cosechadas, extranjerosexpulsados…
Un ejemplo de cómo era ese ritual quedó plasmado en el Diario de los Debates del Congreso de la Unión del 1 de septiembre de 1969, fecha en que el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz rindiósu Informe de Gobierno, casi un año después de la matanza de estudiantes en Tlatelolco, del 2 de octubre de 1968.
“A las once horas hace su entrada al recinto parlamentario el C. licenciado GustavoDíaz Ordaz, Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, acompañado de las comisiones designadas para el caso, siendo recibido por los presentes con una clamorosa ovación. A continuación sele rinden los honores correspondientes a su alta investidura”, describe la versión estenográfica del Diario.
Ese año, el presidente Díaz Ordaz se responsabilizó de los hechos del 2 de octubre, enTlatelolco.
“Lejos de ceder a las presiones, cumplimos la decisión que públicamente habíamos anunciado, de seguir en todo momento el camino institucional señalado por nuestras leyes. La inmensa mayoría...