ictus
Despierto enuna habitación de hospital. La cuatrocientos veinticuatro. Mi familia está a mí alrededor. Veo mi mano conectada a un vial de suero. Empiezo a comprender que ese agudo dolor de cabeza,ese vértigo, esa falta de habla, no era algo pasajero.
El médico entró en la habitación y los demás se fueron. Me preguntó cómo me encontraba, y sin darme tiempo a responder, meexplicó la suerte que había tenido. Mi familia llamó inmediatamente al ciento doce y una ambulancia acudió en diez minutos. Por esa llamada, estoy vivo y sin secuelas.
Mi enfermedad se llamaictus. Cuando al cerebro no se le suministra la sangre necesaria, ya sea por la ruptura de un vaso sanguíneo o por un taponamiento, se produce un deterioro de las células nerviosasdel área del cerebro afectado, que al no recibir oxígeno no pueden funcionar y en unos minutos mueren.
Yo no conocía esta enfermedad. Yo no sabía que a mi edad el riesgo de padecer unictus se había doblado con respecto a mi edad de hacía diez años.
Soy una persona entre las más de ciento mil que cada año sufre un ictus. Afortunadamente no estoy entre los ochenta milque fallecen o quedan discapacitados cada año. Gracias a una campaña de información sobre como vencer al ictus, he aprendido a prevenirlo. Ahora llevo una dieta más saludable, caminohabitualmente y he dejado el tabaco. Sólo bebo una copa de vino en las comidas y controlo mi peso. Vigilo mi colesterol y el azúcar en la sangre con controles periódicos.
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