Igualdad de genero

2º REFLEXIÓN

“Sin equidad no existe justicia para toda la población de Nicaragüa. Sin la participación de las mujeres en la toma de decisiones sobre el destino de la nación, no hay democracia. Sin una ética respecto a la ley y la institucionalidad y mientras nuestro país continúe sumergido en la pobreza, no hay ciudadanía ni desarrollo posible.”
Esta declaración está firmada por el MovimientoAutónomo de Mujeres de Nicaragua que siguiendo con el análisis pertinente designa a la voluntad de género la misión de construir una nueva realidad.

Con el propósito de modificar esta realidad y de atraer el bienestar social, se han ejecutado numerosos programas de desarrollo en la región que han sido diseñados desde fuera y que a duras penas han contemplado dentro de sus objetivos, ladesigualdad entre hombres y mujeres, y que como han defendido numerosas autoras, es un elemento esencial si lo que se pretende es acabar con la pobreza y con las secuelas que ésta produce.
Cuando se han implementado políticas de crecimiento económico en Latinoamérica, las mujeres han interpretado un papel pasivo, como espectadoras de un desarrollo que no respondía a sus propias demandas de emancipacióny participación activa en el destino de sus países. Con el deseo de hacer justicia a una mujer que no quiere quedarse al margen surge el enfoque de integración de las Mujeres en el Desarrollo (MED); sin embargo, a pesar del avance que supuso su inclusión en los procesos productivos y la consideración de sus derechos en la esfera pública, no propuso la construcción de mecanismos capaces de buscarlas raíces de la discriminación entre hombre y mujeres para acabar con ella.
Surge un nuevo enfoque, el enfoque de Género en el Desarrollo (GED) que pretende la inclusión del rol desempeñado por la mujer en la construcción del bienestar, además pretende analizar la realidad desde una perspectiva de género para comprender las desigualdades que sufre la mujer respecto del hombre. Por lo tanto eldesarrollo pretendía mantener una perspectiva que comprendiera esta desigualdad, que más tarde evolucionaría hacia la adopción de políticas transversales y de empoderamiento de la mujer, que completaría la definición de una agenda de desarrollo en la que las mujeres podrían involucrarse plenamente en el diseño de sus realidades.

Con estos buenos propósitos han convivido numerosas mujereslatinoamericanas que si bien han enriquecido el ejercicio de una democracia tardía, también han sido pioneras en un concepto de modernidad que fue importado también tardíamente.
De esta necesidad de definición y de cambio han sido numerosas las mujeres, que a través de redes informales o formales, han representado el motor que ha mantenido con vida el desarrollo de muchas comunidades que se encontrabanen una situación desesperada. Su participación en movimientos de base han supuesto el lazo de unión entre los integrantes de una comunidad, y la solidaridad promovida desde dentro han ayudado a la superación de graves crisis sociales.
La mujer latinoamericana, quizás más que cualquier otra mujer, ha estado siempre entre los bastidores de la escena política, y aunque no hayan contado nunca conuna identidad política reconocida, su capacidad para transformar realidades es un hecho que no admite discusión.

Sin embargo, junto con esta realidad externa convive otra que según Marcela Lagarde está marcada por la búsqueda de una identidad propia, reinventada en numerosas ocasiones por el contexto histórico, económico y social, que nunca deja de ser acosada por la coacción del paradigmapaternalista, y que aún hoy sigue impregnando todos los niveles de la vida, en los que las mujeres unas veces son silenciadas y otras reconocidas bajo un mandato tácito de servidumbre.
Esta otra realidad es la que enfrenta la mujer latinoamericana que con el deseo de sobreponerse a unos ritos de sumisión debe abandonar viejos esquemas de liderazgos masculinos, si no quiere quedarse atrás en las...