iliada capitulo 4

Páginas: 9 (2031 palabras) Publicado: 23 de octubre de 2014
GUION DE LA ILIADA
“CANTO IV: VIOLACION DE LOS JURAMENTOS.
AGAMENÓN REVISTA LAS TROPAS”
Sentados en el áureo pavimento a la vera de Zeus, los dioses celebraban consejo. La venerable Hebe escanciaba néctar, y ellos recibían sucesivamente la copa de oro y contemplaban la ciudad de Troya. Pronto el Cronión intentó zaherir a Hera con mordaces palabras.
Cronión: (Hablando fingidamente) Dos sonlas diosas que protegen a Menelao, Hera argiva y Atenea alalcomenia; pero sentadas a distancia, se contentan con mirarle; mientras que la risueña Afrodita acompaña al otro.
Así se expresó. Atenea y Hera, que tenían los asientos contiguos y pensaban en causar daño a los teucros, se mordieron los labios. Atenea, aunque airada contra su padre y poseída de feroz cólera, guardó silencio y nada dijo;pero Hera no se mantuvo callada y exclamó:
Hera: (Enfurecida) ¡Crudelísimo Cronión! ¡Qué palabras proferiste! ¿Quieres que sea vano e ineficaz mi trabajo y el sudor que me costó? Mis corceles se fatigaron, cuando reunía el ejército contra Príamo y sus hijos. Haz lo que dices, pero no todos los dioses te lo aprobaremos.
Respondiéndole muy indignado Zeus, que amontona las nubes dijo:
Zeus:¡Desdichada! ¿Qué graves ofensas te infieren Príamo y sus hijos para que continuamente anheles destruir la bien edificada ciudad de Ilión? Si trasponiendo las puertas de los altos muros, te comieras crudo a Príamo, y a sus hijos y a los demás troyanos, quizá tu cólera se apaciguara.
Contestó Hera veneranda, la de los grandes ojos:
Hera: Tres son las ciudades que más quiero: Argos, Esparta y Micenas, lade anchas calles; destrúyelas cuando las aborrezca tu corazón, y no las defenderé, ni me opondré siquiera.
Tal dijo. No desobedeció el padre de los hombres y de los dioses; y dirigiéndose a Atenea, profirió estas aladas palabras:
Zeus: Ve pronto al campo de los teucros y de los aqueos, y procura que los teucros empiecen a ofender contra lo jurado, a los envanecidos aqueos.
Con tales vocesinstigóle a hacer lo que ella misma deseaba; y Atenea bajó en raudo vuelo de las cumbres del Olimpo. Cual fúlgida estrella que, enviada como señal por el hijo del artero Cronos a los navegantes o a los individuos de un gran ejército, despide numerosas chispas; de igual modo Palas Atenea se lanzó a la tierra y cayó en medio del campo. Asombrándose cuantos la vieron, así los teucros, domadores decaballos, como los aqueos, de hermosas grebas, y no faltó quien dijera a su vecino:
¡O empezará nuevamente el funesto combate y la terrible pelea, o Zeus, árbitro de la guerra humana, pondrá amistad entre ambos pueblos!
De esta manera hablaban algunos de los aqueos y de los teucros. La diosa, transfigurada en varón —parecíase a Laódoco Antenórida, esforzado combatiente—, penetró por el ejército teucrobuscando al deiforme Pándaro. Halló por fin al eximio fuerte hijo de Licaón en medio de las filas de hombres valientes, escudados, que con él llegaran de las orillas del Esepo; y deteniéndose a su lado, le dijo estas aladas palabras:
Atenea: ¿Querrás obedecerme, hijo valeroso de Licaón? ¡Te atrevieras a disparar una veloz flecha contra Menelao! Alcanzarías gloria entre los teucros y te loagradecerían todos, y particularmente el príncipe Alejandro.
Pándaro tendió el arco, bajándolo e inclinándolo al suelo, y sus valientes amigos le cubrieron con los escudos, para que los belicosos aqueos no arremetieran contra él antes que Menelao, aguerrido hijo de Atreo, fuese herido. Destapó el carcaj y sacó una flecha nueva, alada, causadora de acerbos dolores; adaptó a la cuerda del arco la amargasaeta, y votó a Apolo Licio sacrificarle una hecatombe perfecta de corderos primogénitos cuando volviera a su patria, la sagrada ciudad de Zelea. Y cogiendo a la vez las plumas y el bovino nervio, tiró hacia su pecho y acercó la punta de hierro al arco. Armado así, rechinó el gran arco circular, crujió la cuerda, y saltó la puntiaguada flecha deseosa de volar sobre la multitud.
Pándaro: No se...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • Capitulo 4
  • capitulo 4
  • Capitulo 4
  • capitulo 4
  • Capítulo 4
  • Capitulo 4
  • Capítulo 4
  • Capitulo 4

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS