Indignados
Páginas: 3 (703 palabras)
Publicado: 3 de noviembre de 2011
ZOMBIES E INDIGNADOS
Joaquín Córdova Rivas
Están por todas partes. Aunque más justo sería decir que estamos por todas partes, los indignados, los parados, los zombies, todos víctimas de unsistema económico y político que se declaró el gran vencedor después de la caída del llamado “socialismo real”. Por fin, el libre mercado como doctrina se adueñaría de todos los rincones del mundo y ennombre del neoliberalismo se desatarían las fuerzas económicas que habían estado “detenidas” y, supuestamente, mal gastadas en los llamados “estados de bienestar”.
Sus principales promoventes gozaronde poderes extraordinarios, muchos más que los debidos en una democracia que comenzó a desmantelar las conquistas sociales de trabajadores del campo y de la ciudad. Su pretensión era clara, “adelgazar”al estado para quitarle injerencia en la toma de decisiones respecto de asuntos claves como las inversiones productivas, el coto a las especulativas, la renuncia a regular el reparto equitativo de lariqueza producida por todos y concentrada en poquísimas manos.
Así nació el capitalismo de compinches, o más bien se fortaleció porque siempre ha existido. Esos grandes capitales formados con losmonopolios, con las privatizaciones de empresas públicas que en el peor de los casos sólo requerían ser mejor administradas, con las garantías de ganar aunque todo estuviera mal planeado, malinstrumentado, mal hecho ―allí están, como muestra, los rescates bancarios, carreteros y demás―. Quisieron decretar el “fin de la historia” en las condiciones que mejor les favorecían, cuando rompieron elcerco que protegía a los más débiles pero también a los más productivos, a las mayorías. Sus nuevas presas fueron las instituciones sociales que garantizaban un sistema de salud para casi todos, unaeducación pública con capacidad para crecer en cobertura y calidad, un ahorro social para la jubilación y vida digna de la mano de obra que cumplía su ciclo productivo, la infraestructura carretera,...
Joaquín Córdova Rivas
Están por todas partes. Aunque más justo sería decir que estamos por todas partes, los indignados, los parados, los zombies, todos víctimas de unsistema económico y político que se declaró el gran vencedor después de la caída del llamado “socialismo real”. Por fin, el libre mercado como doctrina se adueñaría de todos los rincones del mundo y ennombre del neoliberalismo se desatarían las fuerzas económicas que habían estado “detenidas” y, supuestamente, mal gastadas en los llamados “estados de bienestar”.
Sus principales promoventes gozaronde poderes extraordinarios, muchos más que los debidos en una democracia que comenzó a desmantelar las conquistas sociales de trabajadores del campo y de la ciudad. Su pretensión era clara, “adelgazar”al estado para quitarle injerencia en la toma de decisiones respecto de asuntos claves como las inversiones productivas, el coto a las especulativas, la renuncia a regular el reparto equitativo de lariqueza producida por todos y concentrada en poquísimas manos.
Así nació el capitalismo de compinches, o más bien se fortaleció porque siempre ha existido. Esos grandes capitales formados con losmonopolios, con las privatizaciones de empresas públicas que en el peor de los casos sólo requerían ser mejor administradas, con las garantías de ganar aunque todo estuviera mal planeado, malinstrumentado, mal hecho ―allí están, como muestra, los rescates bancarios, carreteros y demás―. Quisieron decretar el “fin de la historia” en las condiciones que mejor les favorecían, cuando rompieron elcerco que protegía a los más débiles pero también a los más productivos, a las mayorías. Sus nuevas presas fueron las instituciones sociales que garantizaban un sistema de salud para casi todos, unaeducación pública con capacidad para crecer en cobertura y calidad, un ahorro social para la jubilación y vida digna de la mano de obra que cumplía su ciclo productivo, la infraestructura carretera,...
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