Infancia y Mercado

“Una mirada de la infancia desde la pantalla del mercado”
*Analía Parola

Vincular la lógica mercantil a diferentes ámbitos de la vida pública es un tema naturalizado para los adultos, y lo que es peor, también en el mundo infantil. El mercado y la industria cultural no escapan a la dinámica de la oferta y la demanda, generando así nuevas prácticas: el consumo cultural. De esta forma, lalógica de mercado logra que “todo pueda ser consumido como mercancía, incluso la cultura” .
Pero el consumo cultural no se explica sólo a raíz de estrategias de mercado, sino a través de distintos fenómenos socioculturales, como por ejemplo, la construcción del “niño como sujeto consumidor”. Viviana Minzi plantea que el concepto de infancia se redefine con la intervención del mercado en la vidadel niño, quien construye su identidad a partir de intereses que están regulados desde la oferta. Por eso, en este artículo, se intentará problematizar las prácticas de consumo cultural bajo esta tendencia y su influencia en la socialización de niños y jóvenes.

Mirada hacia atrás
¿Desde cuándo sucede esto que, ahora al leerlo, intranquiliza? Esta tendencia mercantil se consolidó cuando avanzóel proceso de globalización, porque mediante políticas neoliberales se estimuló el cambio de modelo de desarrollo. Pero desde mediados del siglo XX, “se reivindicó la existencia de niños y jóvenes como sujetos de derecho, y especialmente, en el caso de los jóvenes, como sujetos de consumo” . Así fue cómo, en épocas de postguerra, se tomó a los jóvenes como destinatarios de la oferta cultural.Pero en las últimas décadas se profundizó esta tendencia con un proceso, denominado por Martín Barbero, de “modernización neoliberal”, el cual cuenta con el mercado como único principio organizador de la sociedad.
Por consiguiente, “hay razones para suponer ,(…), que no se ha instaurado sólo una economía de mercado, sino una sociedad de mercado, esto es, una nueva forma de sociabilidad definitoriadel conjunto de las relaciones sociales” De esta manera, el Estado se ha regido para el desempeño de sus funciones mediante las leyes que impone el mercado. Es decir que, la tarea de las instituciones del Estado de formar ciudadanos está, desde hace varios años, bajo control mercantil. Así es como se produce y reproduce ciertos modos de pensar y de actuar, que en la edad infantil, generanprácticas de consumo que no sólo consolidan los mercados de películas, programas televisivos, revistas, videojuegos, libros, historietas, etc., sino que también estructura la identidad del niño.
El punto central de este análisis no va dirigido en torno a la utilización del niño como carnada para la consolidación de mercados, tema que cedo para un debate de índole ético. Mi idea es intentar instalar, almenos en el lector, la preocupación por las condiciones creadas, en las cuales un niño hace uso del rol consumidor, cuando aun no tiene conformada su identidad, ni cuenta con herramientas ni criterios para poder distinguir, seleccionar, elegir o decidir qué es lo conveniente para su vida. Pero este proceso no es aislado, la familia y la escuela actúan como “comunidades de legitimación deaprendizajes” , que si bien, pueden legitimar el rechazo, pueden hacer lo propio generando asimilación ya que ante la (in)consiente aceptación del adulto de este mecanismo, el niño apropia estas prácticas socioculturales.

Mirada hacia adentro
Al dar cuenta de este contacto prematuro entre el mercado y el menor es cuando debemos revisar nuestro rol de adultos, porque no podemos naturalizar lo quedebería preocuparnos. Creo que es más excusa, que realidad, la imposibilidad por falta de tiempo de, en el día a día como adultos, problematizar acerca de un circuito tan instalado en la vida cotidiana, pero al tratarse de nuestros hijos o alumnos merece ser considerado.
Por otra parte, entiendo que analizar cuestiones de las que somos contemporáneos no es una tarea mental fácil. Minzi, en un...