Infancias y formación docente: apuntes para repensar la agenda de políticas educativas
Infancias y formación docente: apuntes para repensar la agenda de políticas educativas*
María Ana Manzione1
Introducción
Los innumerables cambios producidos en los diferentes planos de la vida social (culturales, tecnológicos, económicos, entre otros), dan lugar a lo que Beck ha denominado “sociedad del riesgo”, renovando el contexto en el que se constituyen las subjetividadesinfantiles e invitan a revisar los desafíos que hoy se presentan en nuestro país para la educación infantil.
Durante los años ’90 las políticas neoliberales promovieron la concentración de riquezas en un reducido sector de la sociedad mientras que amplios sectores de la población eran condenados a indescriptibles niveles de pobreza. Las persistentes situaciones de vulnerabilidad, exclusión social,fragmentación, en la primera década del siglo XXI dejan su impronta en la construcción social de la infancia, y dan lugar a la emergencia de situaciones inéditas en el ámbito escolar que desafían de manera cotidiana las prácticas docentes. Al mismo tiempo, se generan renovados reclamos sobre las instituciones educativas, la formación docente y los modos de entender las prácticas educativas. De allí que,recuperando nuestra trayectoria como formadores de “docentes de infancia”2 desde la universidad pública en Argentina, consideramos necesario revisar la agenda de políticas educativas destinadas a la formación de los “profesionales” de la educación infantil.
Notas para pensar la infancia en la escena contemporánea
Etimológicamente, la palabra infancia deriva de infantis, un términocompuesto integrado por in (una negación) y el participio del verbo faris (“hablar”). Sin embargo, preguntarse que se ha entendido por infancia a lo largo de la historia no admite una respuesta univoca. Por el contrario, será necesario detenerse en cada momento histórico, en la diversidad cultural y en las representaciones sociales singulares que de ella devienen, no solo para poder precisar el alcanceconceptual de la categoría infancia, sino también para visualizar los diferentes matices que ella encierra, aún dentro de una misma época. En otras palabras, aunque la niñez sigue ciertos patrones propios de la madurez psico-biológica, también se ve influida por los modelos culturales predominantes en determinados momentos históricos.
A partir de las investigaciones historiográficas de P. Ariés(1973)3 la noción de infancia adquirió, de manera hegemónica en el mundo académico, el estatuto de moderna. La infancia, entendida como un constructo moderno4, ha sido el producto de la convergencia de distintas miradas disciplinares y epistemológicas que le otorgaron un estatuto determinado. El análisis de las leyes civiles por ejemplo, nos permitirían hablar de la construcción jurídica de lainfancia (García Méndez, 1997) y establecer diferencias acerca de cuando comienza a ser considerado como sujeto, cuáles eran sus obligaciones o derechos, etc. Asimismo, si la mirada se focaliza en las distintas corrientes pedagógicas nos daría la pauta de aquellos atributos que se vincularían al niño-alumno y sus cambios epocales, y así podríamos seguir mencionando como, desde distintas disciplinas:la antropología, la medicina, la comunicación, la sicología, la filosofía, la política, entre otras, se ha ido construyendo el estatuto de la infancia. Desde estas diferentes miradas se ha ido definiendo un universo simbólico sobre ella que la considera al mismo tiempo como una construcción histórica y también como un período de tiempo en la vida de los sujetos destinado al aprendizaje de aquellascompetencias que le permitirán incorporarse a la sociedad según el modelo de hombre forjado por ella. Es durante ese período que los niños deben ser conducidos por los adultos, legitimándose de este modo una heteronomía que posee un evidente fundamento biológico y psíquico en las primeros años de vida pero que a posteriori, presenta cada vez más motivaciones de carácter cultural y social...
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