Informático

Los menores en conflicto con la ley penal. (Reflexiones de Guillermo O. Burastero)
Los menores en conflicto con la ley penal, son un subproducto de una sociedad que los abandonó y dejó librados a su suerte. Ellos son emergentes sociales de un modelo de país que excluye todavía a amplios sectores de la población; se están criando solos, mal alimentados y marginados. No pocas veces golpeados yabusados en sus propios entornos familiares enfermos lo que los convierte en víctimas y victimarios simultáneamente.Como consecuencia de su exclusión social, suelen integrar mayoritariamente la nómina de los desertores del sistema educativo, consolidando de este modo su exclusión cultural. No conocen el arte, no participan de ningún juego sano, no tienen ni ejecutan una guitarra, no integran ningúncoro o actividad musical o grupo de teatro (que probablemente nunca vieron), no forman parte de ningún grupo scout o club deportivo o círculo de ajedrez. Solo pueden recorrer las calles, con una sensación de desamparo y soledad existencial que los hace especialmente vulnerables para ser fácilmente arrastrados al mundo del alcohol, las drogas y el delito.Esa ausencia de exposición a auténticosbienes culturales se agrava si tenemos en cuenta el proceso de "tinellización" de la sociedad en que han crecido. Con el papel disolvente de los "reality shows" en donde no se encuentra, ni por casualidad, algún mensaje de contenido edificante que promueva cualquier cosa que sea buena, auténticamente linda o meritoria como el amor verdadero -que no es solo genitalidad-; la defensa del honor o lafamilia, la búsqueda de la Justicia o la Verdad o el bien común, el ejercicio de las virtudes como la prudencia y la templanza; la defensa de alguna causa noble; etc. Sino todo lo contrario: reinan el hedonismo, la chapucería, el facilismo, la ausencia de responsabilidades y compromisos, las relaciones desvergonzadas de cualquier tipo, el vocabulario más limitado y soez imaginable y la banalidad másabsoluta. Admirable síntesis de la posmodernidad.Ni hablar de la exclusión espiritual concomitante, ya que por supuesto que en ese ambiente de privaciones, falto de amor y con los resentimientos que surgen, no se puede esperar el desarrollo de una personalidad equilibrada, con adecuada autoestima, con capacidad para desarrollar su dimensión religiosa o metafísica y de trascendencia espiritual, quehace del hombre no solo un individuo sino una persona, consciente de su propia dignidad y de la de sus semejantes, a los que siente como hermanos y con los que puede relacionarse de manera constructiva. La sociedad actual en que estos chicos crecieron se caracteriza muchas veces por: una clase política parasitaria con prácticas clientelísticas arraigadas; integrada en muchos casos por funcionariosineptos, corruptos, arrogantes e indolentes; con un estado ausente; con falta de presupuesto para obras o servicios imprescindibles; con importante desocupación o sub-ocupación o trabajo en negro; con amplios sectores de la población bajo la línea de pobreza e indigencia y elevado coeficiente de Gini (gran desigualdad en la distribución del ingreso); con gran dificultad para acceder a los serviciosde salud, educación o justicia que contrasta con una gran facilidad para conseguir drogas, armas o alcohol. En definitiva, para ellos la igualdad de oportunidades es una quimera.También es cierto que no todo es imputable al Estado o a la política. Muchos padres no ejercen como debieran la patria potestad, no saben o no quieren o no pueden poner los debidos límites. No dialogan en forma franca yfluida con sus hijos, los abandonan en la calle, los depositan en "cybers" a modo de guarderías y no le brindan el amor, la atención, los cuidados, en definitiva la contención, que sus hijos merecen y necesitan. No velan por su adecuada formación física, intelectual y espiritual. No les proporcionan un sano esparcimiento, adecuado a su edad e intereses, etc. Los chicos tienen una innata habilidad...