informe social

Entre la inmediatez y la de demanda. La calidad
del informe social
Cuantos aspectos hemos comentado, con ser ciertos, no evitan sin embargo
el que puedan ser interpretados como excusas. A la luzde lo dicho, razones
no faltan que expliquen las debilidades de muchos de nuestros informes;
ello no logra, sin embargo, mantenernos a salvo de las feroces -y con
frecuencia muy acertadas críticas-que recibe tan venerado documento.
Subjetivismo, ausencia de referentes teóricos y de formulación de hipótesis,
carencia de precisión en los métodos de investigación, falta de instrumentoshomogéneos de diagnóstico, pobreza expositiva y de estilo... Y un sin fin de
atropellos que, mal que nos pese, muchos de nosotros reconocemos en
privado. El bochorno aumenta de temperatura cuando algunos deestos
calificativos emergen de equipos profesionales en los que participan varias
disciplinas.
En nuestra defensa podemos alegar argumentos como los ya esbozados en
las páginas que preceden y aúnalgunos otros. Pero o convencemos
definitivamente a nuestros detractores o, de resultas, terminamos por
convertirnos en una suerte de plañideras profesionales, incapaces de
controlar nuestro marcoinstitucional y lo que es peor, incapaces de exigir el
espacio profesional que decimos nos corresponde.
Y es que el análisis y la reflexión sobre algunos obstáculos que condicionan
nuestra praxis,y en concreto los informes sociales que elaboramos, no
debiera servirnos más que para su superación. Nadie entiende de guerras
ajenas: ni responsables institucionales, ni profesionales varios, nimucho
menos los beneficiarios mismos de nuestras intervenciones. Finalmente,
solo queda el producto, un informe social cuyo proceso de gestación no es
exigible comprender, por más dificultades queentrañe. Por el contrario, sí
que es legítimo esperar de los Diplomados en Trabajo Social que, en cuanto
firmantes de un documento técnico, sean capaces de actuar con rigor,
ejerciendo las...