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Aprovechando la fiebre por los teléfonos móviles, la revista Reader´s Digest hizo untest de honestidad en varios países del mundo utilizando como “cebo” el teléfono móvil. El tema fue así: los reporteros se olvidan a propósito de su teléfono para ver cuál era la reacción del público. Por ejemplo, se agachaban, abrían su portafolio, revisaban algunos papeles y “olvidaban” su móvil, cuyo valoraproximado era de 60 euros.
Una vez abandonado, los reporteros llamaban al número y ahí comenzaba el experimento. Las reacciones que se esperaban por parte de la gente eran las siguientes: 1) Que se negaran a atenderlo aunque lo escucharan. 2) Que respondieran y acordaran con el supuesto dueño un lugar para la devolución. 3) Que revisaran la lista de contactos para llamar a alguien del listado einformar sobre el extravío del aparato. 4) Que lo apagaran para quedárselo.
Y justamente esto último es lo que hizo la mayoría de los “conejillos de india”. La ciudad en la que hubo mejor respuesta fue Liubliana, en Eslovenia, donde devolvieron 29 de los 30 aparatos. Otras estadísticas: 15 en Lisboa, 14 en Amsterdam y Bucarest, 13 en Hong Kong y Kuala Lumpur.
El trabajo no fue presentado como unestudio científico, sino para ver cuál era el comportamiento “de las personas comunes y corrientes”.
México saca 3 en honestidad
Los latinoamericanos se libran de la percepción de que están culturalmente condenados a vivir en países corruptos y tratan de afianzar sus instituciones en marcos a menudo violentos, dijo el director para las Américas de Transparencia Internacional (TI), Alejandro Salas.En la escala de percepción de la corrupción de 182 países del informe presentado por TI, los países latinoamericanos mejor situados siguen siendo Chile (lugar 22 , con 7.2 sobre 10) y Uruguay (lugar 25, con 7), que ahora deben tener como meta “aparecer más arriba”. México y Brasil -los países más grandes del continente- ocupan los lugares 100 y 73, respectivamente. México, sacó un 3 decalificación, mientras en el 2009 oscilaba entre 3.2 y 3.5 de calificación.
En la parte final de la lista están: Venezuela (172 ), Paraguay (154 ), Nicaragua (134 ), Honduras y República Dominicana (ambas en el 129).
Son países con una “institucionalidad débil”, aunque en Venezuela y Nicaragua haya gobiernos fuertes, agregó Salas.
“Un ejecutivo central muy fuerte limita de manera importante la autonomíade las otras instituciones”, como ocurre “cuando se tiene un Poder Judicial que responde de manera fuerte a la autoridad central” o “autoridades electorales condicionadas por autoridades políticas”, lo cual es “desde luego un campo muy fértil” para la corrupción, expuso.
En Brasil (73 en la lista) y México (que el año pasado ocupó el lugar 98 en el ranking) coexisten “varios mundos, con sectoresmuy abiertos que se insertan en el sistema global y juegan con las reglas establecidas” y otros, en ámbitos regionales, anclados en prácticas y estructuras de poder “de hace cien años” como compra de votos, nepotismo y caciquismo.
Salas constata “una voluntad política de alto nivel” para “dejar de esconder los problemas debajo de la alfombra” en Brasil, donde la presidenta Dilma Rousseff sedesprendió en pocos meses de cinco ministros y tiene a otro en la cuerda floja por denuncias de corrupción.
En México, Salas indicó que los mandatarios del PAN (que han gobernado dos sexenios) han emprendido reformas estructurales (en sectores como el acceso a la información o el control de las compras gubernamentales), pero que se frustraron las expectativas de que haya “castigo para los corruptos”.“Es difícil predecir” lo que ocurriría si gana el PRI, pero “volver a las viejas prácticas no se va a poder”, expuso Salas en entrevista telefónica para la AFP.
“La ciudadanía ha hecho importantes avances, demanda cosas diferentes, y entonces aunque llegue el viejo PRI es casi imposible que lo que se ha avanzado se revierta”, sostuvo.
“En cambio, me preocupa un poco que para muchos mexicanos...