introducción a la educación social

En: Una educación social para el Uruguay II. Hacia la construcción que nos debemos.
Montevideo: INAU-Cenfores, 2005.
Capítulo 6
Educación Social de adolescentes en infracción. Ensayo sobre la criminalización, el castigo y
las posibilidades de acción educativa social
Educ. Soc. Diego Silva Balerio
_____________________________
INTRODUCCIÓN
Este trabajo intenta aproximarse a una de lasposibles delimitaciones de la actuación de los
educadores sociales en uno de los sub campos profesionales: la acción educativa social en
marcos institucionales y jurídicos caracterizados por la imposición de castigo a adolescentes en
infracción.[1] Ensayamos un acercamiento a una forma de entender y desarrollar acciones
educativas con adolescentes responsables de acciones penales que se basa enexperiencias de
trabajo de campo y en un intento de articulación de conceptos que provienen del ámbito
jurídico, criminológico y pedagógico a fin de proponer una red argumental con varios puntos
de anclaje.
La acción educativo social con adolescentes en infracción aparece hoy como una modalidad de
actuación típica dentro del campo de la Educación Social. Ha sido un componente
característico,tanto en la formación y la práctica de estudiantes de la carrera de Educación
Social, como del ejercicio profesional, desarrollándose un espacio de acción continuo desde
hace muchos años. A pesar de ello, entendemos que existen carencias en la fundamentación
pedagógica y en los niveles de implementación práctica.
Si revisamos la literatura pedagógica que se ocupa del tema encontramos pocosaportes,
algunos de los más significativos son: Antón Makarenko en su clásica obra El poema
pedagógico[2] que recoge las experiencias de la colonia de trabajo Gorki y la Colonia
Dzerzhinski; el pedagogo brasileño Antonio Carlos Gomes da Costa con su libro Pedagogía de
la presencia[3] aporta sus ideas como respuesta crítica a las propuestas de resocialización; y
en Uruguay pueden considerarse lasexperiencias autogestionarias de Martirené[4] y de Las
Brujas[5] como ejemplo de un modelo de actuación educativa con adolescentes en situaciones
especialmente difíciles. Desde una vertiente de la psicología cognitiva conductual, aparece un
conjunto de propuestas educativas que tiene como iniciadores al canadiense Robert Roos[6] y
al español Vicente Garrido[7] quienes implementan programas dehabilidades sociales con
reclusos en las prisiones, son destacables dado que representan una referencia teóricometodológica importante en la propuesta inicial del Centro Nacional de Rehabilitación. Desde la
educación especializada, una de las tres ramas que según Trilla[8] integran la familia de la
Educación Social, aparecen aportes españoles para la actuación educativa social con
adolescentesen situaciones de conflicto o inadaptación social; son el caso de José Ortega,[9]
Carmen Orte[10] o Carmen Pachon.[11]
En los diferentes dispositivos institucionales estatales que se encargan de la atención de
adolescentes responsables de infracciones a la ley penal, a pesar de gestionar sanciones que
deben tener un componente educativo, no se han producido argumentaciones pedagógicas niprácticas educativas de significación que se hayan extendido y evaluado. Por el contrario, las
instituciones de privación de libertad, salvo la excepción que puede significar “Cimarrones”,
están centradas en aspectos custodiales, lo cual es reconocido por autoridades judiciales en un
informe del Juez Letrado de Menores Hugo Morales, dirigido al Presidente de la Suprema Corte
de Justicia, dondeseñala que “…los centros del Iname aludidos[12] están en lo esencial

estructurados de acuerdo al molde del sistema carcelario de adultos: a título de ejemplo,
puede señalarse que las celdas -que no habitaciones- son de reducidas dimensiones y no
cuentan con un baño independiente”. [13] Por su parte, la ex Jueza Letrada de Menores
Graciela Berro, señala en otro informe[14] a la Corte que la...