Juguemos Por La Vida

Introducción:

Dos caminos, un punto en común. Nos encontramos en una materia del Profesorado en el Nivel inicial. Nos conocimos jugando. Entre juegos y charlas descubrimos que había algo en común en nuestras historias, algo que a las dos nos había marcado en lo profundo.

Cecilia: “Desde mi experiencia personal puedo decir que estuve del lado de esos chicos de los que hablamos en eltrabajo expuesto. A los tres años de edad me fui con mi familia a vivir a Mar de ajó, y a los once años me diagnosticaron Diabetes Mellitus Tipo I y mi vida cambió. Mi cambio se vio alterado además con el hecho de estar entrando en la adolescencia, lo cual hizo que sea más difícil aún acostumbrarme a este nuevo estilo de vida. Empecé a tratarme en el Garrahan, donde me enseñaron cómo debía cuidarme.Realmente salí siendo una experta en la enfermedad. Por diferentes problemas estuve internada en seis oportunidades de los once a los dieciséis años. En ninguna oportunidad tuve un encuentro con gente que se preocupe por mis estudios escolares o por mis ganas de hacer actividades que me ayuden a salir aunque sea por un momento de mi “paseo” por el hospital. Estuve en clínicas privadas y enhospitales pero en La Costa nunca me dieron ese espacio.
El punto clave fue a los dieciséis años, cuando después de varias visitas a todos los médicos de La Costa y sin ninguno saber que tenía, me internaron de urgencia en el Garrahan, a veinte días de haber empezado las clases. Tenía edemas, azúcar alta, fiebre, vómitos y en ese momento lo único que quería era que mi mamá se quede a mi lado ydescansar después de un largo viaje. Pero con el pasar del tiempo y yendo y viniendo para los estudios comencé a necesitar distraerme, leer, hablar con alguien, hacer algo que me ayude. Estuve doce días internada aproximadamente y vi tantos niños más chicos en mi situación que me llamaba la atención. Les traían juguetes a la cama por no poder moverse, les leían cuentos sus mamás, pero a mi nada. ¿Serápor ser más grande? Pensé. Y le pedí a mi mamá que me traiga revistas o que me preste el celular para jugar (en ese momento yo no tenía). A los siete días de internación apareció un hombre alto, con barba rebelde, lentes enormes y un guardapolvo blanco que le llegaba a los tobillos. Lo primero que dije a mi mente fue, “otro médico más me va a venir a ver”, pero él no era médico. Se presentó “Hola,¿cómo estás? Soy Mario, profesor de arte y fotografía. ¿Cómo te llamás?” Mis ojos se iluminaron y respondí en seguida. Me preguntó edad, hace cuanto tiempo que estaba ahí y me invito a un taller para hacer cosas con ellos. Acepté encantada. Estaba pactado, a las 14 hs tenía una cita con Mario y los chicos de su taller. Aprendí cosas increíbles sobre la fotografía. Nos enseñó a hacer una cámara defotos con una lata y pensamos muchos proyectos para presentar. Ahora tenía un objetivo más en el hospital, jugar y aprender.
Lamentablemente era un taller de dos veces por semana, al segundo encuentro no pude ir por estudios médicos y para el próximo ya tuve el alta. De todos modos siempre que iba a hacerme los controles y me lo cruzaba por el pasillo lo saludaba. Fue una experiencia feliz, muyfeliz.
Es por esto que me encontré con Mercedes y con algo en común decidimos encarar esta temática que nos toca a cada una en forma distinta pero con una misma preocupación. Los niños.”

Mercedes: “En mi caso empecé a estudiar medicina apenas salí del secundario. Llegué a 2º año de la carrera cuando me di cuenta que la medicina no era lo que yo quería. Sabía que quería trabajar en el área de lasalud, pero no sabía cómo ni dónde ni desde qué rol. También sabía que me gustaba mucho la docencia, y me preguntaba ¿cómo unir las dos cosas? ¿Qué punto en común tienen? Hasta que mi hermana me mostró un artículo en el diario que decía “Curso de Pedagogía Hospitalaria-Hospital Garrahan”. Así fue como empecé a averiguar de qué se trataba. Desde entonces me estoy formando para ser una maestra de...