Kendo
La palabra “kendo” está conformada por Ken, espada o sable, y Do, camino. Traducción literal: “el camino de la espada”. Se trata de un gendai budo, unarte marcial posterior a la restauración Meiji de 1868, basado en la esgrima japonesa tradicional o kenjutsu.
Cuando la gente me preguntaba sobre el arte marcial que practicaba, muchos me decían que no tenía sentido practicar un arte marcial que “no servía para la defensa personal” [sic]. Lo anterior me hizo entender que muchos no podrían interpretar la profundidad de una disciplina como el Kendoni lo entenderían del todo. Aunque el Kendo podría parecerse a un deporte moderno, mantiene el espíritu de la disciplina samurai, que ha sobrevivido por mucho tiempo. Parte importante de esta disciplina es el desarrollo personal. En 1975 la Federación Japonesa de Kendo publicó el concepto de este arte marcial: “El Kendo es un camino para disciplinar el carácter a través de los principios de lakatana”. El Kendo busca unir la mente, el espíritu y el cuerpo a través de la espada para lograr su propósito, que es:
Moldear la mente y el cuerpo,
Cultivar un espíritu vigoroso,
Y a través del entrenamiento correcto y duro,
Luchar por mejorar en el arte del Kendo,
Tener en estima la cortesía humana y el honor,
Relacionarse con los demás con sinceridad,
Y por siempre buscar elcultivo de uno mismo.
Esto permitirá que uno:
Ame a su país y a su sociedad,
Contribuya al desarrollo de la cultura
Y promueva la paz y la prosperidad entre la gente”.[1.Traducido del inglés de la página de la All Japan Kendo Federation.]
“Uno debe aprender con el tiempo, sudor, esfuerzo y dolores” me dijo alguna vez mi sensei René Galván, en el dojo de la UNAM. Vaya que aprendí estomuy pronto. Yo venía de tener una muy buena preparación física, pues en la preparatoria nuestras clases de educación física eran duras y participé con el equipo de basquetbol durante varios años. Pese a esto, las primeras semanas me dolía muchísimo el cuerpo. Cada clase, el sensei nos hacía repetir los ataques básicos una y otra vez: Men, Kote, Do, Tsuki, ataques a la cabeza, la muñeca, el torsoy la garganta respectivamente, una y otra vez mientras se grita el nombre de la parte golpeada. Mis brazos no sabían atacar con la espada, mis manos no sabían sostener un shinai, era difícil combinar las posturas con los desplazamientos, avanzar realizando un fumi komi uchi, que es una plantada fuerte en el suelo que se coordina con todo lo anterior. Aprender a caminar correctamente en guardia fuealgo que me resultó doloroso: a la primera semana, desarrollé una ampolla que se transformó en ámpula en toda la base o “bola” del pie izquierdo, cuyo talón se mantiene levantado. Frotaba muy duro mis pies contra la duela. No estaba acostumbrado a estos movimientos tan raros. Pero la mente y el espíritu pueden unirse con el cuerpo cuando uno está dispuesto, por lo que eventualmente asimilé las...
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