La bondad del corazón de la gente sencilla

La bondad del corazón de la gente sencilla
La ética como «signo de esperanza»

Marciano Vidal

Planteamientos
QUIENES SE DEDICAN A LA REFLEXIÓN ÉTICA Y A LA EXHORTACIÓN MORAL SUELEN INICIAR SUS DISCURSOS ALUDIENDO A LA CRISIS POR LA QUE ATRAVIESAN LOS VALORES MORALES EN LA ÉPOCA ACTUAL. EFECTIVAMENTE ES DIFÍCIL NEGAR LA EXISTENCIA DE UNA PROFUNDA CRISIS MORAL EN ESTE CAMBIO DE SIGLO Y DEMILENIO.
Sin embargo, también es cierta la constatación siguiente: “Si hay algo constante es la quejumbre de todos los tiempos acerca de la inmoralidad dominante, por comparación con épocas precedentes. Esto hace pensar que se trata de un reiterado espejismo que lleva a abultar los males presentes e idealizar lo pretérito. Sería frívolo e irresponsable decir que nuestra época es particularmenteinmoral más que otras en las que se dijo lo mismo”.
En el mismo sentido, en el primer tercio del siglo XX, el filósofo español J. Ortega y Gasset previno contra “la quejumbre de decadencia que lloriquea en las páginas de tantos contemporáneos”.
Sin negar la crisis moral del presente, yo trataré de ver la ética como un signo de esperanza en nuestro mundo. El papa Juan Pablo II pronunció doscatequesis sobre los signos de esperanza que, al final de este milenio, aparecen tanto en el mundo como en la Iglesia.
Los signos de esperanza que transmiten la ética son aparentemente tenues, pero de significado profundo y de largo alcance. Todos ellos radican en la bondad del corazón de la gente sencilla, según reza el título de estas reflexiones. De esa fuente de bondad brotan las espe-ranzaséticas para el futuro de la humanidad.
De forma breve aludiré a aquellos “hábitos del corazón” de la gente sencilla que constituyen el núcleo moral insobornable sobre el que se construye la bondad de las personas y de las sociedades. Estos hábitos de bondad están expresados, de forma inigualable, en las biena-venturanzas evangélicas (Mt 5,3-10): la bondad de los “pobres”, de los “afligidos”, de los“limpios de corazón”, de los “hacedores de paz” y de los “perseguidos”. La bondad evangélica es, al mismo tiempo, un don y una exigencia, esa tensión entre don y exigencia está literariamente subrayada mediante la estructura de las bienaventuranzas en dos grupos, perteneciendo las cuatro primeras más bien al don y las cuatro últimas más bien a la tarea. Por otra parte, no conviene olvidar que lamoral cristiana no es otra cosa que el desarrollo y la realización de las bienaventuranzas.
Reduzco a tres los hábitos de la gente sencilla, sobre los cuales se apoyan las esperanzas éticas de la humanidad de cara al futuro: la mirada limpia para ver la realidad sin prejuicios ni intereses; la empatía compasiva para consolidarse con los débiles; la sencillez de la vida para crear unos valoresalternativos a la complejidad actual.

La “mirada limpia” para ver la realidad sin
PREJUICIOS NI INTERESES
LA ESPERANZA ÉTICA RADICA, EN PRIMER TÉRMINO, EN LA CAPACIDAD QUE TIENE LA GENTE SENCILLA PARA “MIRAR” Y “VER” LA REALIDAD SIN PREJUICIOS NI INTERESES. EN UNA REFLEXIÓN ÉTICO-TEOLÓGICA SOBRE EL SIGNIFICADO DEL HURACÁN MITCH, J. SOBRINO DESTACABA LA IMPORTANCIA QUE HA TENIDO ESTE DESAS-TRENATURAL PARA PONER EN PRIMER PLANO EL “PESO DE LO REAL”, ES DECIR, LA REALIDAD TAL CUAL ES SIN LAS DESFIGURACIONES Y OLVIDO CON QUE DE ORDINARIO ES PRESENTADA. SEGÚN LA BIENAVENTURANZA EVANGÉLICA, “LOS LIMPIOS DE CORAZÓN VERÁN A DIOS”; Y EN DIOS PODEMOS AÑADIR NOSOTROS “VERÁN LA REALIDAD HUMANA TAL CUAL ES”.
La bondad moral nace de la verdad. Las injusticias se alimentan a sí mismas mediante lamentira. Cuando la realidad es “falseada” mediante los múltiples mecanismos que están a disposición de la mente humana de los individuos y de los grupos, entonces la mentira se asocia con la maldad formando el sórdido grupo de la “alienación”. Vivimos en un mundo alienado en la medida en que la realidad no es interpretada desde verdad sino desde las ideologías interesadas o desde los intereses...