La certificaci n de la Investigaci n Ministerial

La certificación de la Investigación Ministerial.
Lic. Rafael I. Mora Ortega.


Cuando, en días pasados, fui invitado por mi querido amigo, el Doctor Manlio Casarín, a participar en esta mesa con alguna disertación respecto a las Ciencias Penales, muchas ideas pasaron por mi mente. La primera de ellas, por ser la más sencilla y práctica, era la de hacer unacomparación sistemática respecto de el Código Penal del estado, el anterior y el vigente, señalando las virtudes y posibles debilidades, si es que pudiese haberlas, del que actualmente nos rige en materia penal, presentando cuadros sinópticos y concluyendo que siempre los cambios y la renovación en materia jurídica, cuanto más en el ámbito penal, son buenos y bienvenidos, ya que se debe estar a lapar de los requerimientos y exigencias de una sociedad cada vez mas cambiante y participativa.

Quizá tomar el tema de moda, la eutanasia, como estandarte para señalar que, en caso de que el Congreso vaya a tomar una decisión respecto a dicho asunto, primero se asesore correctamente tanto con abogados conocedores del tema, como de médicos, sociólogos y estudiosos del tema, viéndolo no como unsimple problema de salud, sino como un todo que implica situaciones jurídicas, éticas, políticas, sociales, religiosas y culturales, o revivir el tema trillado y muy socorrido del aborto para defender a ultranza mi posición personal sobre el asunto, con fundamento y motivación suficiente, cuando menos, para obnubilar la mente de los asistentes y cumplir con el trámite sin dificultad alguna.Posiblemente, pensé en su momento, pude haber hablado sobre las diferencias entre las teorías causal y finalista del delito, mencionando el porqué, para el suscrito, la segunda de ellas tiene muchas más virtudes que la primera, demostrando con números y tablas, lo que todos conocemos como estadística, tan socorrida para dar credibilidad a cualquier asunto, tema o discurso, que el fracaso del finalismoen México se debió, en gran medida, a que aumentó la cantidad de negativas de ordenes de aprehensión y de autos de formal prisión o sujeción a proceso, porque los agentes ministeriales no habían podido comprender que, desde el inicio, desde la investigación ministerial, conocida comúnmente como averiguación previa, debían demostrar la comprobación de los elementos típicos del delito, entre loscuales se encontraban los subjetivos, como el dolo y la culpa; situación que llevó a la Procuraduría General de la República a replantear su postura y a ejercer presión para que la culpa de que en nuestro país se resuelven no más del cinco por ciento de los procedimientos penales con una sentencia condenatoria volviera a recaer en los jueces, según la percepción social, del pueblo, y no como en esemomento, en los agentes del ministerio público, por no saber , no entender el cómo o no querer integrar debidamente un expediente.

Sin embargo y tomando en cuenta que en nuestro estado estamos estrenando tanto el Código Penal como el de Procedimientos Penales, ambos elaborados por especialistas que, en su momento, formaron parte del grupo de trabajo que estructuró dichos cuerpos normativos en elaño 2003, es que me decidí por el tema que a continuación pongo a su distinguida consideración, por la trascendencia que creo adquiere en estos momentos en que las instituciones, sobre todo las que tienen a su cargo la procuración de justicia en el país, han sufrido el descrédito de sus propios actos, mismos que por desgracia se repiten cíclicamente y que ven la luz pública cuando se falla en asuntosque, por su naturaleza, son importantes o llaman la atención de la sociedad, por la falta de preparación de quienes tienen en sus manos el ejercicio de la acción penal.

I. PROBLEMÁTICA.

Es una verdad sabida, un secreto a voces, la falta de profesionalismo y formación técnica jurídica en la mayoría de nuestros agentes ministeriales, sobre todo, en las áreas de investigación; con esta...