La Educación como fenomeno social
LA EDUCACION COMO FENOMENO SOCIAL *
Émile Durkheim
En el primero de estos artículos, nos hemos dirigido a establecer de manera general
que el arte de la pedagogía tiene necesidad de recurrir a la sociología tanto como a la
Psicología. En efecto, la educación es una cosa eminentemente social. Es social por su
fin. Lejos está de que tenga por objeto realizar la naturaleza individual del hombre en
general; ella varía de una sociedad a otra. Primero, en el momento en que las
sociedades han conseguido un cierto grado de diferenciación, se la ve diferenciarse en
sí misma siguiendo las clases, las profesiones. Ahora bien, esta especialización es
dictada por necesidades sociales; pues la educación responde a la forma en la cual el
trabajo social está dividido y organizado en cada momento de la historia. Es verdad que
todas estas educaciones especiales no divergen más que a partir de cierto punto más
allá del cual se confunden. Pero al mismo tiempo esta educación común es función del
estado social; pues cada sociedad busca realizar en sus miembros, por la vía de la educación, un ideal que le es propio. Las mismas sociedades europeas más avanzadas
no escapan a esta ley. Estamos sin duda en lo correcto cuando decimos que deseamos
hacer hombres de nuestros niños, y no solamente ciudadanos en el estrecho sentido
de la palabra. Pero es que solo una cultura verdaderamente humana puede dar a los
pueblos europeos los ciudadanos que requiere. En sociedades tan vastas como las
nuestras, los individuos son tan diferentes los unos de los otros, que no hay, por así
decir, nada de común entre ellos, salvo su cualidad general de hombre. Todavía hay
que agregar que cada nación se hace del hombre una concepción que le es, en parte,
personal, dado que refleja sus necesidades, su mentalidad especial, su pasado histórico, etc.
En resumen, la educación, lejos de tener simplemente por fin desarrollar al hombre
tal como sale de las manos dc la naturaleza, tiene por objeto extraer de allí un hombre
enteramente nuevo; crea un ser que no existe, salvo en el estado de germen
indiscernible: el ser social. Ella es la que nos enseña a dominarnos, a constreñirnos; es
también, siguiendo sus necesidades, la que decide la cantidad y naturaleza dc los
conocimientos que debe recibir el niño, y lo mismo que es a través de ella que se
conserva la ciencia adquirida por las generaciones anteriores, es también la que la
transmite a las nuevas generaciones. Es, pues, la que forma en nosotros todo lo que
supera la esfera de las puras sensaciones: nuestra voluntad como nuestro
entendimiento son moldeados a su imagen.
La acción social se hace sentir hasta en la naturaleza de los medios empleados
para atender este fin. Sin duda, estos medios varían según la noción que nos hagamos
de la conciencia de los niños y, por consiguiente, de los hechos de la Psicología, sobre
todo de la Psicología infantil. Ante todo, silos fines perseguidos por la educación son
sociales, los medios deben tener necesariamente el mismo carácter. Y en efecto, las
instituciones pedagógicas son a menudo una forma de verdaderas instituciones
sociales. Por ejemplo,
* Publicado originalmente en L’Année Sociologique, vol VII, 1904, pp. 684686. Contiene la reseña de dos ensayos: a) E.
Durkheim, Pedagogía y sociología”, Revue de métaphysique et morale, enero de 1903 reproducido en E. Durkheim, Educación y
sociología, Bogotá, Editora Babel, 1976], y b) Paul Barth, “llistoria de la educación a la luz de la sociología”, Viertejiahrschift
für’ wissenschaftliche Philosophie und Soziologie, 1903.
la disciplina escolar tiene los mismos rasgos ...
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