La Escuela Que Queremos

La escuela que queremos
En ocasiones los docentes no quisieran saber cómo contribuir a transformar de fondo y de forma las escuelas y su entorno, a fin de obtener un buen aprendizaje para los alumnos. Sabemos realmente, por qué, las escuelas no muestran una mejora, a pesar de los esfuerzos y el trabajo que los docentes desempeñan cotidianamente en sus respectivos centros de trabajo.Verdaderamente, no sabemos identificar cuáles son los factores individuales y colectivos que interviene de manera directa en la planeación y el trabajo con los colegas. En otras palabras conocemos los problemas que nos impiden crecer. De ahí, que tanto Michael Fullan y Andy Hargreaves traten de mostrarnos en este libro los problemas importantes que deben afrontar los integrantes del cuerpodocente con sus características propias; descubrir las dificultades que implica el trabajo en equipo y las formas superficiales bajo las cuales, los docentes aparentan de manera artificial la integración. Sin olvidar que, actualmente la docencia es vista como una actividad cambiante, con expectativas más amplias y diversas que demandan el contacto real y efectivo del docente con sus colegas. Esimportante, destacar el valor que tiene el docente en el proceso de cambio.
Ellos consideran los diversos tipos de culturas escolares que subsisten en las escuelas y nos orientan para sacar el mejor provecho de ellas, es decir, construir relaciones de trabajo en equipo sólidas y duraderas. Y lo más importante ser capaces de analizar críticamente las prácticas existentes, reflexionando sobreellas y que esa introversión no sea pasiva y favorezca la formación de educadores y escuelas totales. Crear la cultura escolar y profesional que se requieren en estos momentos está en manos de los docentes y directivos.
El problema. Descripción de problemas más sentidos por los docentes en las escuelas (la sobrecarga, el aislamiento, el mito colectivo, la competencia desaprovechada, lafalta de movilidad en el rol docente y las soluciones inadecuadas y la reforma frustrada) los autores mencionan algunas sugerencias para combatirlos aunque también se tiene en cuenta el papel del docente que se siente no tomado en cuenta por los reformadores u autoridades. 
Educadores totales. Se toma en cuenta al educador como un importante agente del cambio en las escuelas, se percibe a éstecomo un ser que es también una persona, que tiene necesidades específicas sobre su labor y sobre su vida personal que intervienen en su práctica educativa y en la forma en cómo toma decisiones en su actuar diario. Un aspecto que también se considera es el contexto de la enseñanza pues aquí se definen los espacios, los tiempos, las estrategias utilizadasdesechadas ante alguna situación en particular,y los lineamientos curriculares impuestos, que lejos de servir, muchas vecesobstaculizan el logro de propósitos significativos.
Escuelas totales. En este capítulo los autores muestran dos formas de trabajo en las escuelas. La primera es el individualismo, por un lado el docente se aísla, se cierra, trabaja para su grupo de alumnos, difícilmente se interrelaciona con sus compañeros o autoridades,pero por el otro lado este aislamiento puede servir de realimentación para analizar lo que en el interior sucede, y surgir de lo particular estrategias que mejoren lo colectivo. La segunda forma se refiere al trabajo en equipo, en el que se trabaja para la colectividad sobre una agenda de temas profesionales, donde existe un ambiente de confianza y de superación coordinada. Las desventajas deltrabajo en equipo residen en la fragmentación de fuerzas por conveniencia o por intereses, que generan un ambiente hostil y las partes no cooperan entre sí, que además muchas veces se evita profundizar sobre los temas realmente importantes, o dejan ver un trabajo simulado, artificial que obstaculiza puntualizar y darle solución a problemas reales.
Profesionalismo interactivo y lineamientos para...