la eucaristia, la palabra

II LA PALABRA SE HACE CAMINO

1.- AMBIENTACIÓN
Los medios de comunicación (periódicos, radio, televisión, publicidad…) nos invaden por todos lados. Entran en nuestro hogar y hasta se atreven a romper la intimidad del entorno familiar. Tantas palabras huecas, sin sentido, que por diferentes motivos llenan la atmósfera y llegan a penetrar en nuestro interior. Nosotros también somos responsablesde la cantidad de horas que dedicamos a escuchar lo que nos quieren decir. Sin discernimiento, sin criterios, los medios de comunicación nos lavan el cerebro e impiden que pensemos por nosotros mismos y valoremos la realidad con criterios sanos y equilibrados.
Por otra parte, si analizamos nuestras pláticas con los amigos y en la familia, tal vez las califiquemos de demasiado superficiales. ¿Nonos pasará lo mismo en nuestras comunidades cristianas? ¡Cuánto tiempo invertimos en planear programas y actividades pastorales sin llegar a establecer acuerdos seguros!
Contemplamos al Resucitado que se acerca a los dos discípulos de Emaús. Se da cuenta de su problema. Entra en su interioridad rápidamente. Desbloquea su tristeza. Ejercita con ellos la terapia del desahogo y la comprensión, delchoque y de la memoria histórica, de la confianza y del encuentro.
2.- VEMOS LA REALIDAD
Como cristianos, también nos podemos sentir agobiados por tanta palabrería. Y esto nos quita serenidad y tiempo para encontrarnos con la auténtica palabra de Dios. Tal vez decimos que no tenemos tiempo para leer y estudiar la Biblia, donde está la verdadera palabra, la que nunca nos falla, la que siempre estácon nosotros, la que ilumina nuestros pasos y fortalece nuestros buenos deseos. Y sin embargo, sacamos tiempo para estar ratos largos ante la televisión.
Pongamos todo el interés en la reflexión de este tema. Como a los discípulos de Emaús, la palabra de Dios orientará nuestra mente, confusa muchas veces, e inflará nuestro corazón para emprender con decisión nuestro camino con el Resucitado.3.- LEEMOS LA PALABRA DE DIOS (LC 24, 25-27)
* Jesús les dijo:
-¡Qué torpes son para comprender y qué duros son para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías sufriera todo esto para entrar en su gloria?
Y empezando por Moisés y siguiendo por todos los profetas, les explicó lo que decían de él las Escrituras.
El desconocido va descubriendo el misterio de la muerte yresurrección. Ejerce el ministerio de profeta y de catequista. Los dos Emaús no entendieron nada de lo que había sucedido en Jerusalén. ¡Todo fue un enorme fracaso! Por eso habían emprendido el camino de Emaús, no el de quedarse en Jerusalén con los Once y los demás (Lc 24, 9)
Quieren olvidarlo todo. Quieren ausentarse de la pequeña comunidad. Se dispersan porque no han entendido el camino de Jesús.Su caminar es con los ojos cegados y con la tristeza del corazón reflejada en su rostro. Pero Jesús, el caminante, el Camino, se acerca a todos los caminantes y a su profunda interioridad. Para entenderlos y comprenderlos desde sus sentimientos más íntimos.
El Caminante se hace palabra, conversación, diálogo, comunicación. Y lo hace, no para comentar las últimas noticias de la sociedad, sinopara sintonizar con sus preocupaciones y desorientaciones. Nosotros esperábamos… Fue el desahogo, que les salió desde adentro. Como una confesión. Como un vómito, que arroja afuera el veneno que está matando la conciencia.
La catequesis de la palabra, en labios del Profeta de Nazaret, va refrescando la memoria de las maravillas realizadas por Dios a favor de su pueblo. La palabra va iluminando elcamino, va rompiendo las sombras del atardecer, va abriendo horizontes de sinceridad, verdad, sentido de la vida.
Les explicó lo que decían las Escrituras. Les descubrió el sentido profundo del misterio pascual. Iban entendiendo las palabras del caminante: ¿No era necesario que el Mesías sufriera todo esto para entrar en la gloria? (Lc 24, 26)
A los dos Emaús se les iban desapareciendo las...