La gonorrea

Andrés Vera Córdova
informativo delfin 13 de mayo 2010
Piura. El cáncer es un flagelo de la humanidad y en caso de los países latinoamericanos o pobres, causantede la muerte de miles de personas que no tienen recursos para anticiparse a su efecto destructor. Superan las 200 enfermedades y cada cierto tiempo, los medios decomunicación nos sorprenden con casos que son emblemáticos y que permiten llamar la atención sobre la gravedad de ellos. Las siguientes dos historias son reales ysubyace en ellas una reflexión sobre el derecho a la vida, y la rigidez de un sistema de salud que poco o nada sirve para prevenir.
Era mayo del 2005 y mi hermanomenor, de quien gocé sus ocurrencias y graciosidades de niño, llegó para decirme que estaba enfermo. Sostuvo que algunos amigos creían que era un asunto delicado. Su vozmucho más grave que la mía, sonó fuerte para decir que no creía en tan duros vaticinios y que no cedería a las arremetidas de la muerte.
Aún estaba lozano, nohabía adelgazado demasiado y hablaba firme. Dudé primero y pensé después que podría ser verdad. No lo veía desde el año 91 y había serias dudas como para creerle sinobjeciones. Su camino diferente al mío nos había distanciado e incomunicado, y de pronto, estaba frente a mi desvalido y preocupado.
Su enfermedad era unaespeculación. Él no formaba parte de ningún sistema de salud y sus síntomas narrados permitían que familiares cercanos y amigos dieran su diagnóstico. Al igual, cada quien teníala cura, desde rezos y más rezos, hasta el prodigio de plantas medicinales. Los testimonios eran recurrentes y cabía una luz en el fondo de la desesperanza.