La Moral Y La Personalidad De Los Pueblos

Ensayo sobre la moral y personalidad de los pueblos.

En el transcurso del tiempo, ha sido la literatura una expresión de la manera de pensar de los mejores hijos de la historia, quienes han sabido romper las barreras impuestas a la existencia que impiden que fructifiquen los pensamientos y la razón humanos.

En épocas pasadas, como ahora, las letras han representado las puertas a lasmaravillas del pensamiento, a la expresión de la virtud y la cultura. Asimismo, ha sido, la ignorancia, el peor de los males que pueden sufrir los seres humanos en el camino de la existencia. Por ella han sido encaminados muchos hombres y mujeres al abismo que encarcela y engulle, en una espantosa vorágine, a sus alimañas. Por ella tenemos la necesidad de escribir esta crítica. Los hombres que hanpasado por alto el conocimiento de la moral, la virtud y la tolerancia han sido las presas más comunes del engaño, al caer sumidos en la ignorancia. Por consiguiente, muchos de nuestros compañeros en el camino de la existencia, se han convertido en seguidores de la superstición y la intolerancia, dos repugnantes deyecciones malignas que han bañado nuestro mundo, en muchísimas ocasiones, de sangre.¡Así es, sangre que ha sido desollada por la ignorancia de personas que han deliberado en el pensamiento de ser los dueños únicos de las dichas que ofrece el Gran Arquitecto del universo a todos, sin excepciones!

No han aprendido las sociedades, en todos sus tipos, ha comportarse fraternalmente unas con otras. Bien atinó Voltaire, al culpar de las guerras religiosas que sucumbieron a Europa, alos que por razones mordaces, habían descuidado la moral para atender a las disputas. Por ello han languidecido las costumbres y el espíritu de los pueblos, pues hombres que se levantan de ellos mismos han puesto por encima de la colectividad sus intereses egoístas. Los importantes son los pueblos y las culturas, no los hombres solos. De los primeros salimos nosotros y de ellos obtuvimos unaconciencia para adentrarnos en el mundo, los segundos por si solos no pueden, aunque se refuercen por otros contingentes, imponer sus protuberancias, teniendo en poco la colectividad. Es por ello que, en materia política, debe recurrirse a la descentralización de los poderes, para que se pueda alcanzar una democracia social sólida ‘‘el gobierno del pueblo’’.

En nuestros días, organizacionesreligiosas y políticas están desarrollando intensas actividades proselitistas, cada cual defendiendo y proliferando sus doctrinas o formas de ver el mundo. Al considerar tales cosas, nos es ameno y brillante que los hombres sepan lo que quieren y luchen por ello; no obstante, lo mezquino de esto es ver como unos a otros se destruyen, y deliberadamente, con una posición muy ensañada y soez, pisoteanlas posiciones y libertades de los demás, como si existieran privilegios de sangre que les fuesen otorgados a un solo grupo; en efecto, no han correspondido aun, los hombres, a la célebre frase ‘‘no comparto lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho de decirlo’’. La tolerancia a las ideas de los demás constituye la base de la moralización social y, por ende, política y religiosa.Por lo demás, los socioliberales que postulan que la tarea de moralización está restringida a la esfera individual, ¿no ven ellos la contradicción que ellos mismos engendran? Pues, si cada persona se moraliza conforme piense, teniendo en cuanta que las personas somos todas distintas, ¿en qué va a parar una sociedad descoyuntada, que es lo que genera esto? Por tanto, el Estado sí debe educar ymoralizar a su pueblo como la familia a sus hijos. El primero lo hará a expensas de una tradición cultural propia de dicho pueblo, que incluirá, por ende, valores morales y, en algunos casos, hasta religiosos, como también debe hacerlo la segunda.

¿Atenta esto contra las libertades individuales? No, en absoluto. Siempre y cuando se respete la posición que tenga cada ente, como decíamos...