La parábola del hombre rico
Y mientras el ricosufría en el lugar adonde van los muertos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro sentado a su lado. Entonces gritó: "¡Padre Abraham, ten lástima demí! Manda a Lázaro que moje la punta de su dedo en agua y venga a refrescar mi lengua, porque estoy sufriendo mucho en este fuego." Pero Abraham le contestó: "Hijo,acuérdate que en vida tú recibiste tu parte de bienes, y Lázaro su parte de males. Ahora él recibe consuelo aquí, y tú sufres. Aparte de esto, hay un gran abismo entrenosotros y ustedes; de modo que los que quieren pasar de aquí allá, no pueden, ni de allá tampoco pueden pasar aquí."
El rico dijo: "Te suplico entonces, padre Abraham,que mandes a Lázaro a la casa de mi padre, donde tengo cinco hermanos, para que les llame la atención, y así no vengan ellos también a este lugar de tormento."Abraham dijo: "Ellos ya tienen lo escrito por Moisés y los profetas: ¡que les hagan caso!" El rico contestó: "Padre Abraham, eso no basta; pero si un muerto resucita y seles aparece, ellos se convertirán." Pero Abraham le dijo: "Si no quieren hacer caso a Moisés y a los profetas, tampoco creerán aunque algún muerto resucite." (DHH)
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