La pregunta por el espacio

El interior de tres artistas de su tiempo
Una reflexión sobre El Espacio del Pensamiento de José Luis Pardo.

Por: Yan Camilo Vergara Gallo
Maestría en Estética Universidad Nacional de Colombia

¿Qué podrían tener en común las obras “M1” de Andy Warhol en 1977, “850 CSI” de David Hockney en 1995 y “300 Expressions of Joy” de Robin Rhode en 2009? La respuesta no es tan directa como lapregunta misma, aunque las tres tengan en común una de las marcas más emblemáticas de la cultura del automóvil, BMW. Podríamos también afirmar que los tres comparten un mismo espacio de significación en diferentes tiempos, pero esto nos obligaría a repensar la pregunta por el espacio y el tiempo que comparten cuando podemos apreciarlos en el mismo contexto referencial.

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En este punto cabepreguntarnos por el “estar en” y contemplar cómo, desde la misma conciencia por el ocupar un “espacio” empezamos a configurar la gran pregunta por él mismo. Si tratamos de pensar un poco en las configuraciones estéticas que materializaron el pensamiento de cada uno de estos “artistas del tiempo”, inspirados bajo la cultura que se manifiesta y se oculta al mismo tiempo en un referente icónico de laindustria del automovilismo mundial como BMW [2], podríamos desentrañar la idea de que más allá de una pregunta por el espacio y el tiempo, nos encontramos en frente de esa búsqueda de sensibilidad que termina aclarando nuestro rol de ser-es humanos. Un cuestionamiento por lo interno y lo externo que termina por manifestarse en los modelos de expresión que se configuran en el arte a través de sureflexión estética.
Pensemos en “el habitar” que está detrás de cada uno de nuestros “artistas del tiempo”, ellos plasmaron su obra en el exterior de los autos que tomaron como lienzos y pensemos igualmente que pertenecen a un mismo tiempo cronológico. Un espacio, que se distingue del otro por la disposición de los objetos mismos, pero que siempre esta colmado, esta lleno. Sin embargo si ubicamos acada uno de ellos en su momento histórico estaríamos en frente de lo que los historiadores han denominado “Cultura material” que “constituye en realidad un espacio característico, diferenciable de otros espacios y definible como suma o serie de objetos” [3] , creando un referente, dejando huella. Es ese mismo espacio quien se delinea a través de la constante de “estar en” y crea la posibilidad dela existencia de esas “formas de espacializar”, que en otras palabras, posibilitan la construcción de esos lugares en donde se manifiesta el hombre, su territorio. Una forma de marcar límites desde sus ocupantes a través del despliegue de todo aquello que llena de sentido como los ritos, los sabores, los colores, los olores y los gestos.
En este punto nuestros artistas inspirados en la marca BMWcomparten un espacio, el arte, “su arte” esa estética tañida por la memoria heredada en la resignificación se enfrenta ahora a la necesidad de reflexionar sobre la exterioridad. Si pensamos ese espacio como el lugar en que ya hemos estado desde antes, podemos configurar de nuevo la pregunta y debemos hacerla desde un extrañamiento ¿Por qué somos ajenos si ya hemos estado? La respuesta no puedeser igualmente ajena, es una especie de neutralidad que empieza a develar ese camino hacia una objetividad o “concepción físico técnica del universo” traducida en la igualación: espacio = exterioridad como una antítesis preliminar de esas vivencias del ser humano que dan lugar a la creación de ese espacio subjetivo.
Para este momento de la reflexión, Heidegger en “Ser y Tiempo” fundamenta, altiempo mismo, como el horizonte necesario del ser, un espacio propicio para que en contexto de Kant se piense el espacio como forma de la sensibilidad humana, que dista mucho de una lectura objetiva, limitando su expresión a una idealización naturalista, racionalista, mecánica y matemática, allí, el espacio representaría la exterioridad desde la configuración de “un orden de las cosas”, de esa “res...