La quinta montaña

MULTICULTURALISMO E IDENTIDAD NACIONAL:
Polifonía y concierto del Nosotros
 
 
Eduardo A. Rueda B.
 
 
Según muchos demócratas actuales, una identidad nacional compartida resulta crucial para la consolidación democrática de cualquier Estado Moderno. En efecto, solamente una comunidad agregada y con códigos de identidad comunes podrían asegurar al Estado el régimen de compactación ysolidaridad necesario para asumir las demandas políticas, económicas y sociales del mundo global. Esta consideración ha sido el punto de partida de múltiples resistencias al reconocimiento de derechos de autonomía y autogobierno a minorías culturales, estos que, se afirma, podrían llevar a la fragmentación de la nación, la insularización de los procesos sociales y la coexistencia imposible entre diversosgrupos nacionales que se desplazarían, radicalmente, hacia sus propios márgenes culturales.
 
Así, se ha hecho necesario y fundamental indagar por modos de coexistencia entre culturas distintas, cercanas y distantes, particulares en su propio acervo de significación y de memoria, de manera que sea posible garantizar la supervivencia de las diversidades y, a su vez, la unidad social del Estado,procurando que la presencia de estas enriquezca comunicativamente el espacio público mediante el aporte de lecturas alternativas útiles para la solución de los problemas sociales.
 
Propondremos, entonces, un conjunto de argumentaciones para garantizar, en primera instancia, la permanencia de las diferencias culturales (polifonía) de nuestro país, apelando a una concepción liberal de losderechos de culturas sociales; en segunda, intentaremos caracterizar las complejidades de la identidad nacional, señalando las posibilidades de una unidad social basada en el mosaico de identidades que se inscriben en el territorio del país actual, profundizando sobre la naturaleza y el valor del contacto entre culturas y sobre las responsabilidades públicas que se generan a un Estado multinacional paraforjar destrezas democráticas.
 
Una defensa liberal de las diferencias culturales
Con frecuencia los liberales han pensado que los derechos de otras culturas, estas generalmente minoritarias, debiesen quedar subsumidos en los derechos humanos. En efecto, si se aseguran para todos los individuos los derechos fundamentales, estos estarán en capacidad, entonces, de asociarse y por tanto, demantener y compartir libremente sus propias elaboraciones de vida buena. No habría, como se ve, que asegurar derechos a las culturas ya que ellas tendrían la oportunidad de sobrevivir a partir de la voluntad de las personas que libremente, así lo decidieran. Aunque el asunto parece claro, descuida un factor fundamental, a saber, la dinámica cultural de la sociedad en que estos derechos humanos tomanlugar. En efecto, las libertades proclamadas por los Derechos humanos, dependen, en todo caso, de la gama de opciones culturales que aporta la sociedad en la que se nace. Esto es, la realización de la libertad requiere de una cultura societal que aporte el abanico de opciones existenciales abierta a los individuos y que así confiera, en palabras de Margalet y Riz, el haz de elecciones imaginables.La libertad no puede, por tanto, descontextualizarse de la cultura societal donde toma lugar la existencia individual. Siendo así, deberemos preguntarnos acerca de cuáles identidades fomenta la sociedad y también acerca de cuáles, inevitablemente, perjudica. Por supuesto, la Cultura de las mayorías termina imponiéndose como la forma de identidad cultural de la Nación, sacrificando con ello lasidentidades de los grupos diferentes que, entonces, deben asumir la lengua mayoritaria, la educación que proporciona la cultura de las mayorías, los regímenes de propiedad que estas mayorías establecen, etc. Con ello, por supuesto, quedaran erosionadas las posibilidades de mantener su diferenciación cultural.
 
Ello nos obliga a concluir que, a menos que se establezcan derechos a los grupos...