La república de weimar: “la democracia versus la democracia”.
Por:
Luis Villegas Montes.
|DIPLOMADO: “ELEMENTOS Y ESTRATEGIAS DE REFORMA POLÍTICA EN MÉXICO”. | |
|Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma de México (UNAM) y Comisión| |
|de PuntosConstitucionales de la H. Cámara de Diputados del Congreso de la Unión. | |
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| |México, D.F.|
| |Julio de 2010. |
Introducción.
El leiv motif de este ensayo gira en torno, por decirlo de un modo muy simplista, a la interrogante de si el estado de derecho y la democracia son interdependientes; es decir, ¿pueden existir el uno sin la otra? O, por el contrario, ¿uno yotra se presuponen? Adelantamos la respuesta desde nuestra particular óptica, a reserva de ahondar más en los porqués de dicha respuesta en el transcurso de las siguientes páginas y de reiterarlo en las conclusiones: No. La democracia puede prescindir del estado de derecho y viceversa.
El marco para la reflexión se centra en la Alemania de la preguerra; ya sabemos que en 1933, Hitler sesirvió de la propia Constitución para alcanzar sus objetivos; amparado en un régimen de excepción, suspendió las libertades personales, de pensamiento, de expresión, de imprenta, de reunión y de asociación; quebrantó todas las normas tendientes a impedir la invasión de la vida privada de los particulares y concentró en su persona el poder público; este fenómeno eliminó de raíz la incipientedemocracia alemana[1] y no falta quien afirma que con ello, conculcó el “estado de derecho” imperante. Todo ello, sin poner fin al “estado jurídico” propio de un Estado moderno políticamente organizado de acuerdo a un modelo constitucional.
No compartimos el parecer anterior en cuanto a que Hitler haya roto el estado de derecho, derogándolo; aunque íntimamente ligados, la democracia y el estado dederecho son dos cosas distintas que es deseable que interactúen, pero que definitivamente no requieren de esta circunstancia para llegar a ser. Como veremos en las páginas siguientes, el estado de derecho como tal es sólo la coincidencia de las previsiones contenidas en los órdenes constitucional y legal con el proceder de los entes públicos de gobierno; ya sea que estén acotados o no.Desarrollo del tema.
Siendo difícil de definir el estado de derecho, la democracia se resiste a ese objeto con mayor empeño aún, si cabe. Desde la antigüedad hasta nuestros días pareciera imposible definirla; o más bien, que sólo es posible hacerlo por aproximación y su identificación con un régimen o una serie de éstos, en concreto (Nun, 2002:16).
En otro orden de ideas, nuestro parecer esque las democracias constitucionales no sobreviven per se; requieren un adecuado equilibrio entre la democracia interna y el estado de derecho. Por no hablar del entorno, mismo que -como lo ilustra el caso que nos ocupa- es determinante para que sobreviva un estado cualquiera que éste sea; sin que baste que tan evolucionado sea el orden jurídico establecido por su Carta Magna. Un marco jurídico...
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