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La teología de la belleza ¿Un camino hacia la unidad?
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Publicado por Diorama. marzo - 5 - 2011.
Categoria: Conspiratio 10, Ríos al norte del futuro
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El descubrimiento de la belleza como un camino hacia la verdad y como una posible contribución para la construcción de un mundo mejor, es el resultado de una doble crisis: por un lado, lacrisis de las pretensiones de la utopía ideológica moderna; por otro, el proceso crítico por el que se ha renunciado a horizontes de significado más amplios, algo muy frecuente en las culturas posmodernas. Si la utopía de los sueños ideológicos fomenta la pretensión de comprender el Todo, al grado de convertirse en totalitaria y violenta, la posmodernidad parecería rendirse exclusivamente ante elfragmento, dejando de lado toda búsqueda de significado y abandonando una mayor esperanza.
Existe la necesidad, por tanto, de redescubrir el Todo en el fragmento, el significado de las cosas pequeñas en el contexto de una esperanza fidedigna –y es precisamente la Belleza la que nos ofrece el Todo en el fragmento, como un regalo, tan sorprendente como el hecho de que sea gratuito–. Es por ello que labelleza es ahora más necesaria que nunca para ofrecer una razón para vivir. La belleza nos salvará, porque ella nos enseña a ser fieles a los fragmentos y, al mismo tiempo, a mantener una esperanza aun mayor, a través de la cual podamos vivir. Entre la utopía moderna y el desencanto posmoderno, la Belleza se nos ofrece como una posible vía de salvación, capaz de evocar el Todo, sin caer en laspretensiones de las ideologías totalitarias y, al mismo tiempo, siendo capaz de respetar la dignidad de los fragmentos sin quedar esclavizados por ellos. En este sentido, efectivamente, “la belleza –como decía Dostoievsky– salvará al mundo”.
Este redescubrimiento del camino de la Belleza también puede aplicarse a la cristiandad: a la que, enfrentada por la crisis de las ideologías y el nihilismo, ymuchas veces como consecuencia de ésta, ya no le basta presenciar la otredad de Dios, una tarea que antes era tan necesaria como preciosa. Para la humanidad actual, que ha realizado el brillante descubrimiento de lo mundano del mundo y el valor de la emancipación, tentada por la pérdida de significado y de esperanza, le resulta más necesario que nunca es proponer a Dios en su forma humana: elTodo en el fragmento, como se nos ofreció en la humanidad del Dios-con-nosotros. Todo esto significa redescubrir la dimensión estética del mensaje cristiano. Sólo aquellos que posean el sentido de la Belleza y, por tanto, del advenimiento paradójico del Todo en el fragmento, podrán también anunciar a un Dios que guarda significado por su humanidad en nuestros tiempos posmodernos y postideológicos.Como muchas veces lo ha resaltado el teólogo de la Belleza, Hans Urs von Balthasar, sólo la conciencia de que el Infinito se ofrece a sí mismo en lo Finito, esto es, sólo a través de la comprensión estética de la revelación, podrá ser posible hablar de manera efectiva al mundo de hoy sobre el Dios cristiano. La meditación teológica de la Belleza –entendida como la percepción de la presencia delTodo en el fragmento– se revela como un camino privilegiado para anunciar a la cultura posmoderna la salvación que nos fue otorgada a través del Hijo eterno hecho carne. Sólo volviendo a consultar las voces que han hablado de la Belleza en la historia teológica de la cristiandad oriental y occidental, será posible dar respuesta a la pregunta decisiva sobre dónde y cómo será posible para elpensamiento moderno redescubrir el sentido de Dios como fundamento y fuente de la unidad de los discípulos de Cristo y de toda la familia humana. Esto es lo que pretendo hacer –aunque sólo sea de un modo evocativo– en las siguientes reflexiones.1
La belleza como ordo amoris: comprensión agustiniana de la Belleza
¿Cuál es la relación entre Dios y la belleza?
Toda la vida de Agustín fue una respuesta a...