la teoria de carlos marxk
El espectro existía, sin duda alguna. El año 1848 fue un año de terror para el viejoorden establecido en el Continente. El aire vibraba de fervor revolucionario y el suelo se estremecía bajo los pies. Por un instante - un breve instante - se creyó posible que el viejo orden sederrumbase. En Francia, el mal engrasado régimen de Luis Felipe, majestuoso rey de la burguesía, forcejeaba con una crisis, y al fin se vino abajo; el rey abdicó y huyó para buscar su seguridad en una quintade Surrey, los trabajadores de París se alzaron en un levantamiento carente de coordinación e izaron la bandera roja en la Casa Consistorial. En Bélgica el aterrado monarca ofreció renunciar altrono. En Berlín se levantaron barricadas y silbaron las balas; en Italia las multitudes se amotinaron, y en Praga y Viena los alzamientos populares imitaron al de París, haciéndose con el control de lasciudades.
«Los comunistas no tienen por qué guardar encubiertas sus ideas e intenciones,» clamaba el Manifiesto. «Abiertamente declaran que sus objetivos sólo pueden alcanzarse derrocando por laviolencia todo el orden social existente. Tiemblen, si quieren, las clases gobernantes, ante la perspectiva de una revolución comunista. Los proletarios, con ella, no tienen nada que perder, como no seasus cadenas. Tienen, en cambio, un mundo entero que ganar.»
Las clases rectoras temblaron y vieron la amenaza del comunismo por todas partes. No carecían de base sus temores. Los obreros de lasfundiciones francesas cantaban himnos revolucionarios al compás de los golpes de sus mandarrias.
Enrique Heine, el romántico poeta alemán que por aquel entonces realizaba una gira por las...
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