La verdad como problema
Autoras: Florencia Gonzalez, Luisina Lescano, Sol Lindon Colombo, Charo Ares,
Julieta Aguesta, María Luján Caimmi, Celeste Bravo, Barbara Montero.
Colegio y curso: Colegio Fray Mamerto Esquiú, 4to y 5to año.
Introducción.
En el presente trabajo se intentará problematizar en torno a la verdad desde una perspectiva filosófica, a partir de diferentes concepciones que se ha tenido sobre ella.
Hemos escuchado, seguramente muchas veces de que el hombre es un “ser abierto a
las cosas”, “abierto al mundo”. Y esta expresión “abierto al mundo” debe entenderse en su
sentido más radical y profundo. Quiere decir que el hombre no puede realizar su propia
existencia si no es entrando en relación con las cosas de su entorno. Se trata, entonces, de
una característica muy esencial. Ahora bien, “el conocimiento” es la primera forma que
tiene el hombre de relacionarse con el mundo.
Siendo esto así, es obvio que el conocer debe tener un indudable valor instrumental
en orden a la vida total del hombre. Lo que queremos decir, es que esa actividad debe estar necesariamente conectada con los fines más esenciales del ser humano y a su servicio. Por
tal motivo hemos elegido este tema, ya que queremos conocer, saber y creer porque
siempre estamos buscando la verdad sobre aquello que queremos conocer, saber y creer. No
queremos conocer ni saber cosas falsas aunque a veces nos beneficien, la mayoría de las
veces preferimos creer cosas verdaderas. El problema de la verdad depende de la posición
filosófica que cada uno asuma con respecto al conocimiento, al saber y a la realidad.
Básicamente, la idea que nos hacemos de la verdad depende de la relación que
establecemos entre el conocimiento, el saber y las creencias por un lado, y la realidad por el
otro.
Origen de la palabra verdad
Para desentrañar el sentido de la palabra "verdad" es conveniente recordar el
significado que tiene en las tres lenguas que han tenido mayor influencia en nuestra cultura:
● El griego: Utiliza
alétheia
, que significa "lo que no está oculto", "lo que está
manifiesto", viene a ser "descubrimiento". La falsedad, el
pseudos
, en su contrario,
el "encubrimiento". Entonces, la verdad en griego es descubrimiento de las cosas,
develamiento de lo que son. Primariamente se refiere a mostrar "las cosas mismas",
y solo secundariamente se refiere al decir, en la medida en que decir la verdad
enuncia el ser de las cosas. La razón humana descubre las cosas como son y las
muestra mediante el lenguaje.
● El latín: el término veritas
se refiere, concretamente, a la exactitud y el rigor
de decir.
Verum
, es lo exacto y completo.
Veritas
hace referencia directa al decir, y
no tanto al decir enunciativo, sino al narrativo, al que conecta lo que se dice con
quien lo dice. Este matiz lo recoge la palabra castellana "veracidad", que se opone a
1"mentira" o "engaño".
● El hebreo: el término
emunah expresa la verdad en el sentido de confianza.
Un amigo verdadero es aquel con el que se puede contar. El vocablo
emunah
remite,
pues, a la confianza de que se cumplirá algo que esperamos.
Estos tres sentidos diferentes están presentes y constituyen el origen del término
"verdad" consolidado por la tradición europea. Estados de seguridad respecto a la verdad
Una cosa es que nuestro conocimiento sea o no verdadero, y otra que nosotros
estemos seguros o no de lo que es. Del conocimiento podemos decir que es verdadero o
falso. De nuestra seguridad respecto a su veracidad se pueden indicar los siguientes estados:
● Ignorancia: estado de la mente en el que se...
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