La Vida
Lo que quiero decir es que ciertascosas uno puede aprenderlas o no, a voluntad. Como nadie es capaz de saberlo todo, no hay más remedio que elegir y aceptar con humildad lo mucho que ignoramos. Se puede vivirsin saber astrofísica, ni ebanistería, ni fútbol, incluso sin saber leer ni escribir: se vive peor, si quieres, pero se vive.
Ahora bien, otras cosas hay que sabedas porque enello, como suele decirse, nos va la vida. Es preciso estar enterado, por ejemplo, de que sal¬tar desde el balcón de un sexto piso no es cosa buena para la salud; o de que unadieta de clavos (¡con perdón de los fakires!) y ácido prúsico no permite llegar a viejo. Tampoco es aconsejable ignorar que si uno cada vez que se cruza con el vecino le atizaun mamporro las consecuen¬cias serán antes o después muy desagradables. Pequeñeces así son importantes. Se puede vivir de muchos modos pero hay modos que no dejan vivir.
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